- Este religioso intelectual con corazón de obrero, que luchó por la paz social de Costa Rica, falleció hace exactamente 70 años
Enrique Tovar
Hizo todo lo posible por favorecer a los trabajadores al tiempo que expresó su repudio al comunismo, mucho antes de que esta ideología se afincara en países como China, Corea del Norte, varias naciones europeas y Cuba.
Monseñor Víctor Sanabria Martínez, quien fue arzobispo de San José, publicó diversas investigaciones históricas, cumplió puntualmente con sus responsabilidades eclesiásticas, al tiempo que dedicaba pensamiento y trabajo a la paz social de Costa Rica. En esto último tuvo una participación decisiva, cuando apoyó públicamente la promulgación de las Garantías Sociales, impulsadas por el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia y respaldadas por el Partido Comunista, con Manuel Mora Valverde a la cabeza, joven político de verbo fogoso ypolémicas ideas.

Memorable es la fotografía en la que se ven juntos, todos ellos, en un vehículo descapotado desfilando por las principales calles de San José, en aquella década de los 40, que tan sorprendente y convulsionada fue.
La pugna era radical. La legislación que proponía el gobierno de Calderón Guardia, despertaba mucho antagonismo en grupos conservadores, políticos, empresariales y hasta religiosos.

Roma, 1921 (fuente: Archivo Histórico Arquidiocesano)
No obstante, solo hacía unos años que monseñor Sanabria, en su carta pastoral con motivo de la toma de posesión de la Sede Metropolitana de San José, el 7 de marzo de 1940, había hecho un análisis sobre la cuestión social, la ley evangélica, y el comunismo que iba tomando fuerza en Europa.
En ese documento señala que se están “enarbolando, como señuelo, la bandera de las reivindicaciones sociales, exponiendo al pueblo las consabidas soluciones simplistas patrocinadas por el comunismo doctrinario…”
Más adelante, en su exposición, el prelado expresa: “La experiencia rusa es el supremo y rotundo fracaso de las teorías comunistas”, lo cual vino a confirmarse, en forma categórica e inapelable, 50 años después, en 1989, cuando los muros se derrumbaron, la Unión Soviética se disolvió y el proyecto comunista pasó a la historia.
De esta manera, monseñor Sanabria, el prelado de cuna humilde, que estudió en Europa, también vino a ser profeta, pues es una de las primeras voces en el mundo que hace ver que ese movimiento ideológico habría de sucumbir.
Monseñor Sanabria nació en San Rafael de Oreamuno (Cartago) el 17 de enero de 1898. Obtuvo el doctorado de Derecho Canónico, en Roma, Italia. De regreso en Costa Rica, desempeñó varios cargos eclesiásticos, entre ellos, cura párroco de San Ignacio de Acosta. El 12 de marzo de 1938 fue nombrado obispo de Alajuela. El 28 de abril de 1940 se convirtió en arzobispo de San José. Y desde este cargo realizaría una fecunda labor: construcción del edifico del Seminario Central, en Paso Ancho, fundación de Radio Fides, y apoyo a la RerumNovarum, entre otras iniciativas. Moriría el 8 de junio de 1952.
Es preciso y oportuno recalcar, que monseñor Sanabria fue un religioso intelectual con corazón de obrero, que luchó por la paz social de Costa Rica.
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