Un proyecto de investigación que reúne a la ECCI y a un TCU de la Escuela de Sociología, logra que los estudiantes aprendan sobre programación robótica y economía social solidaria
Cuando un proyecto de investigación encuentra opciones de desarrollar sus objetivos más allá de lo planteado originalmente, y forma alianzas con otros proyectos para explorar conceptos de interés mutuo, el impacto que tendrá esa propuesta se maximiza.
Tal es el caso del proyecto de investigación “Determinando la interacción de sistemas robóticos en diversos entornos”, que pertenece a la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática (ECCI), y el proyecto de TCU-607 Comer orgánico, del Programa de Economía Social Solidaria de la Escuela de Sociología.
El primero es dirigido por la Dra. Kryscia Ramírez Benavides, docente e investigadora de la ECCI y del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y Comunicación (CITIC); mientras que el segundo es coordinado por la M. Sc. Yasy Morales Chacón, profesora e investigadora de la Escuela de Sociología.
El objetivo general que persigue el proyecto de Kryscia Ramírez es identificar algunas estrategias de interacción, que permitan a los sistemas robóticos coordinar sus acciones e integrar sus recursos, para realizar diversas tareas en múltiples escenarios en los que interactúen con las personas en el mundo real.
Para ello se realiza la revisión de la literatura sobre este tema; seleccionan y adaptan cuestionarios para estudiar esa interacción humano-robot; y diseñan, implementan y evalúan varios casos de estudio que trabajen con sistemas robóticos.

Además se recalca la importancia de diseñar y elaborar interfaces amigables, amenas, agradables y fáciles de usar para el usuario.
“La interacción humano-robot es un campo emergente que ha ido ganando el interés de los investigadores de las áreas de robótica autónoma e interacción humano-computador. También se trabaja en la interacción entre robots, que consiste en diseñar grupos de robots para realizar tareas cooperativas. Debido a todo esto, surge la necesidad de crear sistemas robóticos que interactúen entre ellos y socialmente con las personas en diferentes entornos, formando parte de sus actividades”, indicó Kryscia.
Este proyecto busca colaborar en la investigación sobre dicha interacción, agregó la investigadora, mediante el desarrollo de escenarios experimentales, protocolos, métodos de prueba, y métricas para la verificación y validación de soluciones de interacción y diseños de interfaz.
Por su parte, el proyecto de Yasy Morales tiene como meta fortalecer las distintas iniciativas públicas, asociativas o comunales en el área de la agricultura orgánica, la economía social solidaria, la eficiencia energética, y la gestión de bienes comunes, para lograr su sostenibilidad y mejorar su impacto socioeconómico y ambiental.
Esto se puede conseguir a través de espacios de aprendizaje, en los que se puedan construir propuestas y procesos de acompañamiento, para impulsar las áreas productivas, organizativas, de gestión, y distribución.
“Generamos espacios de socialización de la información, en los que de manera conjunta construimos conocimiento y generamos propuestas sobre economía social solidaria o agroecología, para fortalecer las iniciativas existentes, generar otras más, y construir redes de talentos humanos desde la acción social. Además, brindamos acompañamiento a colectivos u organizaciones que se dediquen al desarrollo de proyectos técnico-productivos y agroecológicos, ubicados en territorios rurales o urbanos”, mencionó Yasy.
De esta forma, prosiguió Yasy, generan un impacto en el fortalecimiento de la soberanía o seguridad alimentaria y nutricional, “pero también debemos sumar el esfuerzo por desarrollar herramientas y procesos de cooperación con los cuales apuntalar los procesos organizativos, de autogestión, intercambios solidarios, comercios justos y consumo consciente, para fortalecer los emprendimientos, las redes, y las dinámicas locales y nacionales”, subrayó Yasy.
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