Visión CR

La inflación en Costa Rica

William Hayden, economista

La inflación es en esencia una baja en el valor del dinero debido a un alza en los precios de los bienes y servicios que consumimos; o sea, un alza generalizada en los precios. Casi todo lo que consumimos, que antes era barato, se pone más caro. Decía don Pepe Figueres que “en tiempos normales un huevo cuesta un peso y que en época de inflación un peso cuesta un huevo”.

La inflación es muy seria; es un flagelo que tiene el efecto perverso de un impuesto generalizado que afecta a los consumidores. En todos los trabajadores -públicos y privados- con salarios fijos, su poder de compra disminuye en la misma magnitud de la inflación y para compensar ese efecto negativo hay que dejar de consumir (comprar menos) y esto tiene un impacto sobre los niveles de pobreza y la pobreza extrema.

Este efecto se puede contrarrestar indexando los salarios con la inflación para mantener el poder adquisitivo. Pero esto genera una reacción en cadena (inflación-salarios-inflación) exponencial que nos lleva a una hiperinflación. Es el efecto perro mordiéndose la cola en forma interminable.

Los factores que afectan la inflación de origen interno son: a) el comportamiento de los precios de los bienes regulados y no regulados; b) los factores estacionales de la producción de alimentos incluidos en la canasta básica; c) la política monetaria, d) las devaluaciones de la moneda y e) el manejo fiscal. En los factores externos encontramos: a) comportamiento inflacionario de los principales socios comerciales del país; b) ambiente expansivo o de recesión de la economía mundial, c) precios de las materias primas internacionales que usamos como insumos en la producción nacional y e) el precio de los combustibles fundamentalmente.

En Costa Rica la inflación, que también llamamos Costo de Vida, se mide a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mensualmente calcula del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) tomando como referencia la variación de los precios de una canasta básica compuesta de casi 300 artículos de consumo de los costarricenses.

Muchos de esos artículos son de origen importado o en su producción se consumen insumos de origen importado. Pero también en esta canasta básica hay productos que aumentan de precio por efectos estacionales de estos productos, por ejemplo baja en las cosechas de limón, aguacates, tomates, repollos, arroz, frijoles y los huevos si las gallinas se declaran en huelga y ni a guevos quieren ponerlos hasta que les cambien los gallos.

En estos momentos cunde la alarma porque al 31 de mayo el costo de la vida subió a 8.71% en un año, el más alto en los últimos 13 años. Empieza con el pie izquierdo el Gobierno de Rodrigo Chaves y con un camino espinoso en su promesa de bajar el costo de la vida que le puede resultar muy difícil de lograr.

Estamos de cabeza entrando en un periodo inflacionario, situación que no vivíamos desde mayo del 2008 en que el IPC subió en 13.90%. Históricamente, a partir del año 2000, el mayor incremento de precios se dio en mayo del 2005 cuando fue de 14.07% en el gobierno de Abel Pacheco que fue muy inflacionario (dos dígitos) con un promedio de 11.62% anual. En el gobierno de Arias la inflación promedio anual (mayo) fue de 8.64%, bajó en la administración de Laura Chinchilla (4.52%), mucho mejor le fue a Guillermo Solís con 1.14%, pero en los años 2019/2021 comenzó a subir (1.90%) y desde febrero de este año los aumentos van en alzada hasta cerrar en mayo del 2022 con el 8.71%.

Esta inflación que nos comienza a azotar y salirse de la ruta del periodo 2010-2021 que en promedio fue del 2.85% anual tiene su origen en su mayor parte importada, con un efecto rebote, no solo está aumentando los precios de los bienes importados, sino que el aumento de las importaciones por efecto precio está causando al mismo tiempo una mayor devaluación de la moneda nacional lo que incrementa a su vez los costos de producción nacionales. No es culpa del gobierno que dejó Alvarado ni del presidente Chaves que la hereda en el tanto el predominio sea de origen foráneo por efecto de la guerra Rusia-Ucrania iniciada en el mes de febrero.

Como consecuencia todos los precios de los bienes de origen importado se han incrementado, en especial los hidrocarburos y en el IPC de mayo el rubro transporte (que usa los combustibles) es el que más ha subido de precio.

¿Qué se puede hacer para combatir la inflación? En el tanto el principal componente siga siendo de origen importado el margen de maniobra es poco para las autoridades del gobierno, sin embargo el Banco Central tiene que neutralizar el crecimiento de la devaluación del colón y adoptar una política monetaria restrictiva. Nada se puede hacer con los caprichos estacionales de la naturaleza sobre la producción de alimentos en especial los agropecuarios.

Quizás se pueda seleccionar algunos artículos esenciales para la dieta básica del costarricense y fijar una regulación de precios. Dado que los salarios no se pueden indexar con el incremento de los precios por su efecto en el aumento de los costos del sector productivo privado y el aumento del déficit financiero del gobierno, hay que apretarse la faja, dejar de consumir los bienes suntuarios y preferir los alimentarios, buscar fuentes alternativas de ingresos, pero con 1.250.000 de trabajadores pellejeandola en la calle esperando que aparte de la lluvia les caiga algo del cielo, esto es difícil.

Se acerca la Romería a la Virgen de los Ángeles y roguémosle para que Putin le ponga fin a la guerra.

39Eduardo Rodríguez Del Paso, Victor Hugo Vargas Araya y 37 personas más

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