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Jaime Ordónez: “el PAC entregó su proyecto económico”

Por Fernando Fernández y Eduardo Amador

El politólogo Jaime Ordóñez conversó en días pasados un buen rato con Fernando Fernández y Eduardo Amador sobre la situación del país tras el triunfo de Rodrigo Chaves.

Ordóñez nos habló de la difícil  y complicada situación que atraviesan los partidos políticos tradicionales, de la aparición del presidente Chaves en el escenario electoral y a su juicio por qué triunfó en las pasadas elecciones.

También aseguró que si hubiese ganado Fabricio Alvarado, candidato de Nueva República, el país hubiese retrocedido 150 años y concluyó sentenciando que Costa Rica lo que requiere es de dos grandes partidos o plataformas políticas: una de centro izquierda y otra de centro derecha y que el ciudadano escoja.

A continuación transcribimos los pasajes más interesantes de la charla con el abogado, politólogo y catedrático universitario.

P.- Desde su óptica de analista político, ¿considera usted que tiene lógica y explicación el triunfo de Rodrigo Chaves como presidente de Costa Rica?

R.- Costa Rica es un país que ha experimentado un deterioro muy fuerte de los partidos políticos, lo cual es una tendencia a nivel mundial. Ustedes encuentran esto prácticamente en toda América Latina, donde los grandes partidos clásicos del último medio siglo se han deteriorado: los grandes partidos colombianos, el APRA peruano, etc.

El problema de Costa Rica es que hubo un deterioro del sistema político tradicional. Un desgaste sistemático del PLN, un desgaste sistemático del PUSC…

P.- ¿Por esa razón triunfa el PAC?

R.- El PAC es un poco el outsider que aparece en determinado momento y bueno, se convierte en un partido tradicional más: entrega su proyecto económico, que fue uno de los problemas serios del PAC.

Y en ese escenario de marasmo, de desgaste de los partidos políticos tradicionales, era muy esperable la aparición de un outsider.

Y Rodrigo Chaves es un outsider. Más outsider imposible: 30 años viviendo fuera de Costa Rica, sin un partido político –literalmente alquiló un partido político- y que no está muy claro en una línea ideológica. En realidad es una suma de personajes y de sectores, en donde se está empezando a generar una gestión de gobierno.

Hay que esperar un poco. En ese sentido quiero ser cauto porque no se puede hacer un diagnóstico en tan pocas semanas de haber asumido el poder, pero una gestión muy dispar. Por un lado posiciones que parecen muy conservadoras en materia económica, lo cual sigue la tradición de lo que ha sido el país en materia económica en  los últimos diez quince años.

“La actual gestión es muy dispar” apunta Jaime Ordóñez

Un país muy tirado a la derecha, muy conservador, pero por otro lado con algunos temas que aparentemente son un poco más populistas, progresistas.

¿Cómo se explica Chaves de esa manera? Un desgaste de la política tradicional. Los partidos políticos tradicionales fueron incapaces de  de modernizarse, de responder a las demandas sociales, y éste era el “outsider” que todos decían que iba a aparecer,

P.- ¿Es a su juicio Nueva República un partido tradicional?

R.- Nueva República es de los nuevos partidos que aparecen en el escenario y que pudo también haber ganado. Lo que pasa es que Nueva República se inscribe en un contexto distinto a lo que está sucediendo actualmente en América Latina.

“Nueva República es una opción retrógrada que nos lleva al siglo ddiecinueve”.

En los años noventa empieza a generarse el fenómeno del confesionalismo en la política; las iglesias en América Latina empiezan a meterse en la arena política.

En ese sentido, Nueva República es un fenómeno relativamente nuevo, pero que en el fondo representa una opción absolutamente retrógrada que nos lleva al siglo diecinueve desde el punto de vista de los sistemas políticos y de la de la modernidad democrática.

Entonces Costa Rica vive con estos partidos un retroceso literalmente de ciento cincuenta años.

A esto se suma el deterioro de los sistemas educativos. Tenemos  efectivamente votantes que –bueno- son gente instruida que es capaz de reconocer opciones políticas, de hacer un cierto voto ideológico y después una gran masa de votantes, que por el fracaso del sistema educativo, no es capaz de distinguir si  es importante votar por los partidos que separan el Estado de la Iglesia.

Pero no únicamente Nueva República; yo vi al señor Chaves persignándose y haciendo todas las pleitesías religiosas del caso con tal de ganar votantes.

P.- ¿Cómo vislumbra el futuro de los partidos políticos tradicionales en nuestro país, el PLN, el PUSC, el mismo PAC?

R.- Bueno, yo diría que, salvo que hagan una revisión total de su plataforma ideológica, veo un deterioro creciente por una razón: porque los muchachos jóvenes son votantes que están buscando respuestas que los partidos tradicionales no están dando, y hablo aquí  del PLN, hablo aquí del PUSC y del mismo PAC, que se diluyó ideológicamente en los últimos ocho años de gobierno.

Los votantes de treinta años para abajo lo que están buscando son partidos políticos que den respuestas concretas y muy sólidas desde el punto de vista ideológico, económico, etcétera.

Por ejemplo, no es casual que en la votación en el extranjero los candidatos que recibieron mayor votación fueron en primer lugar José María Villalta y en segundo lugar Eli Feinzaig; opuestos entre sí,pero con plataformas ideológicas muy claras los dos en el campo ideológico .

“Los partidos políticos tradicionales tienden a morir en Costa Rica”

En ese sentido, Nueva República es un fenómeno relativamente nuevo, pero que en el fondo representa una opción absolutamente retrógrada que nos lleva al siglo diecinueve desde el punto de vista de los sistemas políticos y de la de la modernidad democrática. Entonces Costa Rica vive con estos partidos un retroceso literalmente de ciento cincuenta años.

Porque son muchachos que están esperando respuestas, pero esa “agua chacha” donde se dice todo y no se dice nada –que es cuando uno oye las campañas de Liberación Nacional, las del PUSC, un poco el PAC de los últimos años- en el fondo no le dicen nada a la gente nueva.

La respuesta a ¿qué va a pasar con los partidos tradicionales en el futuro? es que esos partidos cada día se irán debilitando más y un día van a morir como muchos grandes partidos de América Latina, que fueron importantísimos en el siglo veinte, ya no existen.

P.- ¿Pero en Costa Rica se puede vislumbrar, desde su perspectiva,  la desaparición del PLN a diez o quince años plazo?

R.- Yo no creo en las bolitas de cristal. Lo que sí veo es que hay un deterioro creciente. El PLN tiene todavía una estructura territorial más o menos sólida que le permite elegir alcaldes, diputados… Pero cada día manos ah? Y cada día sus votantes son más viejos.

A mí me comentó un día de éstos un dirigente liberacionista que la situación de las asambleas de ese partido es como la frase bíblica de que es tan difícil encontrar una aguja en un pajar como un muchacho de dieciocho o veinte años en una asamblea de Liberación Nacional. No van ya.

P.- En este caso el partido no ha propiciado la participación de la gente joven en sus asambleas…

R.- En primer lugar son liderazgos de sesenta, setenta años, todos. Cuando uno encuentra que Boric tiene treinta y ocho años, que Macron ganó la presidencia con 40, que el primer ministro de Canadá tiene cuarenta y dos, cuarenta y cinco años, cuando estas presidentas que a mí me encantan tienen 38 años como la presidenta de Nueva Zelanda, la de Finlandia o la de Suecia, constituyen parte de una generación que entiende el mundo de otra manera.

P.- Aquí también ganó Carlos Alvarado siendo menor de 40 años…

R.- Alvarado ganó siendo una figura joven; lo que pasa es que el PAC perdió todo su caudal electoral porque a pesar de haber hecho algunas cosas interesantes como el enfrentamiento acertado de la pandemia y un trabajo titánico en su infraestructura, ejecutó una política económica profundamente conservadora para beneficiar a personas pertenecientes a las élites de zonas francas y de grandes empresas.

El grave problema del PLN, del PUSC, del PAC –y habrá que ver la gestión del señor Chaves-  es que sus políticas han beneficiado a un pequeño grupo económico de grandes empresas y corporaciones  que no pagan impuestos porque están en el régimen de exención y otros simplemente que eluden impuestos.

Ejemplo de ello la reforma tributaria de diciembre del 2018, profundamente conservadora, decisiones que afectan el derecho laboral como las que se hicieron en materia de reformas al Código de Trabajo, el impedir el derecho de huelga, esta iniciativa de impulsar la jornada 4-3, que es una barbaridad porque estás obligando al trabajador a laborar 12 horas sin el reconocimiento de horas extras y con el daño interno que le genera las familias.

En la actualidad hay un grupo muy privilegiado que es ese sector de grandes empresas y zonas francas; en segundo lugar, quienes están bien son los empleados públicos que aunque más deteriorados conservan algunos privilegios; pero el gran perjudicado en este país es el 65% de la población que son, de acuerdo a los datos de INEC, los pequeños y medianos empresarios y los agricultores, quienes pagan hasta el último cinco en impuestos. Esos son quienes están llevando palo y son probablemente quienes al final dieron su voto para darle el triunfo a Chaves.

“José María Villalta y Eli Feinzaig fueron los ganadores morales de esta elección”

Pero bueno, vamos a ver cuál es su política económica, porque al igual que lo subieron, lo pueden bajar al cabo de un año o dos años, si no responde. Y para eso, para beneficiarlos, hay que enfrentar los privilegios.

P.- Que no lo ha hecho ningún partido en los últimos años.

R.- Nadie ha tenido la valentía para hacerlo ni para decir las cosas de frente.

P.- El presidente Chaves ha hecho alguna insinuación en ese sentido.

R.- Ojalá.

P.- ¿Hubo algún ganador “moral” en esta elección?

R.- Los ganadores morales de esta elección fueron José María Villalta y Eli Feinzaig, porque fueron los que dijeron cosas más claras en sus intervenciones, estando uno o no de acuerdo con sus posiciones.

Yo, por ejemplo, soy keynesiano y creo en el Estado Social de Derecho, en la inversión pública, en la salud, la educación y en la generación de riqueza por medio del mercado.

Se necesita urgentemente igualarlas condiciones de las personas, creando capacidades sociales, y eso sólo se puede hacer a través de la inversión en educación y salud.

P.- Una última pregunta en esta primera parte de la entrevista: ¿se impone la persona a la ideología en el acontecer político-electoral?

R.- Bueno, esta elección fue muy personalista. Chaves ganó porque era un outsider. Fue la persona que  llegó a golpear la mesa. Sin claridad ideológica…

P.- Con el apoyo de Pilar Cisneros.

R.- Bueno sí, con elementos como ese, y Liberación pierde porque José María Figueres, con sus talentos, etcétera, era  en lo personal una figura rechazada.

Hay una tesis de Max Weber, famoso sociólogo alemán, que la gente recuerda poco, quien afirmaba que el carisma personal es tan o más decisivo que las ideologías en las elecciones políticas.

El problema de Costa Rica es que no hay plataformas ideológicas maduras; hay que hacerlas, hay que trabajarlas.

P.- En varios países latinoamericanos se están dando coaliciones de grupos que vienen sustituyendo a los partidos tradicionales.

Yo veo en la Costa Rica de hoy a sectores votando por factores absolutamente volátiles y etéreos y no por conceptos ideológicos.

En ese sentido, lo mejor que le podría pasar a Costa Rica es tener una plataforma de partidos de centro derecha y otra plataforma de centro izquierda; dos grandes partidos: uno de centro izquierda y otro de centro derecha

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