“Si hay algo que es fácil es manejar o ser facilitador de gente tan inteligente”. “Mi mérito ha sido conocer a esa gente tan inteligente… y ya después tener una buena sinergia con ellos. Eso creo que fue lo que pasó”. (Luis Fernando Suárez)
El Tiempo y Redacción.- Luego de la clasificación del seleccionado nacional de fútbol tras su duelo con Nueva Zelanda, el técnico Luis Suárez manifestó en rueda de prensa que nunca había trabajado con un grupo humano como el conformado por los integrantes de la Selección Nacional, “de que tiraran tanto para adelante, de que no pensaran en uno solo, sino en un conjunto”.

Luis Fernando Suárez nunca tuvo como objetivo de vida llegar al fútbol profesional. Pero siempre, en todas las actividades de su vida, fue un hombre aplicado y juicioso. Le fue tan bien, que obtuvo un título en Colombia, trabajó al lado de técnicos importantes y ahora acaba de clasificar a su tercer Mundial: lo hizo con Ecuador en 20006, con Honduras en 2014 y ahora lo logra con Costa Rica.
Suárez llegó al fútbol profesional en 1981, con Atlético Nacional, pero antes se juntaron una serie de casualidades que, sumadas a sur virtudes, le permitieron meterse del todo en este deporte.
“Yo era buen estudiante, de los alumnos aplicados siempre en clase. Estudiaba en el Liceo Antioqueño y ahí hicieron un torneo interclases. El entrenador de la Universidad de Antioquia vio algunos jugadores de ahí y nos llevó. Yo ya jugaba de defensa central. Cuando cogí confianza con el entrenador le pregunté por qué me había escogido y me dijo que no sabía, que tal vez por lo grande, pero que no se iba a ir sin llevar un jugador de ahí”, explicó.
Así fue el paso por el profesionalismo como jugador.
En 1976 lo convocaron por primera vez a la Selección de Antioquia. El técnico era Justo Lopera. Y ahí duró cuatro años, desde las juveniles hasta la de mayores, con Lopera y con Humberto ‘Tucho’ Ortiz. Y ahí lo vio jugar el yugoslavo Blagoje Vidinic, quien lo convocó a la Selección Colombia juvenil en 1979, para el Suramericano de Uruguay. Quedaron afuera en primera ronda, pese a haberle ganado 2-0 a Brasil.
Nacional le compró sus derechos deportivos a la Universidad de Antioquia, por 40 mil pesos. Llegó a las divisiones menores, luego trabajó en el equipo de reservas con Eduardo Retat. Pero en 1981 lo pusieron a debutar en la profesional. “En esa época, Carlos Bilardo llevó como a cuatro o cinco jugadores de Nacional a la Selección, y además, Perú se llevó a César Cueto y Guillermo La Rosa. Entonces Zubeldía me puso a jugar, muchos jóvenes tuvimos la oportunidad de jugar un rato. Cuando volvieron los grandes, nos volvieron a bajar. Ese año fuimos campeones”, recordó.
Todavía era jugador de Nacional, tras un paso por el Pereira, cuando por primera vez lo metieron a un cuerpo técnico de un equipo. Y de una Selección Colombia, nada menos.
“Eso fue en 1988. Nombraron a Juan José Peláez para dirigir la Selección Sub-20 que iba a un Suramericano en Argentina. Nadie quería ser el asistente de ese equipo. Pacho Maturana, que era como el jefe de todos, me ofreció ir como asistente. Yo, la verdad, quería ser preparador físico, me iba a meter a estudiar educación física. Le dije que yo no sabía lo que tenía que hacer, y me convenció, me dijo que tenía que hacer más o menos los mismos trabajos tácticos que hacía con él en Nacional, que me encargara del tema de la defensa. Diego Barragán me hizo un plan especial de trabajo para no perder la forma como jugador”, dijo.

El equipo peleó el título hasta la última fecha, en la que perdió con Argentina tras un polémico arbitraje. Pero logró clasificar al Mundial de Arabia Saudí, en 1989, en el que alcanzaron la segunda ronda y luego fueron eliminados por Portugal, que tenía como DT a Carlos Queiroz.
Apenas terminó ese mundial, que se jugó a comienzos de año, Suárez se reintegró a Nacional como jugador e hizo parte del equipo campeón de la Copa Libertadores. “Pacho es muy inteligente, me metió en los partidos más bravos: entré en el segundo tiempo contra Racing, en un cambio rarísimo que hizo Pacho: íbamos perdiendo 2-0 y con eso nos igualaban la serie. Sacó a Alexis García y me metió a mí.
Al final clasificamos con un gol de Felipe Pérez. También jugué contra Millonarios y mi último partido fue contra Danubio, en Montevideo. En la final estuve en el banco”, afirmó.
El paso de jugador a director técnico
Suárez terminó retirándose muy joven, a los 29 años. “Pacho me decía que yo era tan buena gente que no sabía cómo echarme, así que me puso de asistente”, dijo, riéndose. Cuando Maturana y Hernán Darío Gómez se fueron a la Selección para la eliminatoria para Italia-90, Suárez quedó como técnico, con Roberto Vasco como asistente. Sin embargo, la última vez que se vistió como jugador fue en Tokio, contra el Milán, en la final intercontinental. “No puedo llevar tres asistentes, así que vas como jugador”, le dijo Maturana. Y casi le toca jugar, porque Andrés Escobar se lesionó un tobillo.
Cuando Maturana se fue a España, Suárez quedó como asistente de ‘Bolillo’ en Nacional. En 1994 se fue a dirigir al Pereira y cuando Pacho agarró la Selección de Ecuador, en 1995, se lo llevó como asistente. Y en 1997, Ecuador mandó un equipo alterno a la Copa América de Bolivia, como lo hicieron varias selecciones. Suárez fue el técnico: clasificó a segunda ronda.
En 1999 ganó dos títulos: el torneo Esperanzas de Toulon, con la Selección Colombia, y a final de año se coronó con Nacional. Le ganó la final al América, por penaltis. “Fueron dos partidos demasiados tácticos. Cuando llegaron los penaltis, América botó los dos primeros. Nosotros ya teníamos la lista y el quinto era Oswaldo Mackenzie. Como de pronto la serie se acababa antes, Mackenzie pidió cambiar con el cuarto, que era Róbinson Martínez. Tenía encaletado para celebrar un gorrito de navidad, pero verde. Mackenzie lo botó y el gol del título lo hizo Martínez…”, recordó.
En 2004, cuando ‘Bolillo’ dejó la Selección de Ecuador, lo llamaron a él para reemplazarlo. Ahí logró su primera clasificación al Mundial. Y en Alemania 2006 superó lo hecho por Gómez cuatro años antes: clasificó a octavos de final. Al final, perdió 1-0 con Inglaterra.

“Ir al Mundial es lo mejor que me ha pasado. Nunca pensé en llegar hasta allá. En todo lo que hecho siempre quise ser aplicado y por eso pude conseguir cosas. Era algo increíble, no sé si me lo merecía, hay gente con más capacidad que yo”, reconoce Suárez. “Llegar a ese Mundial, sentirlo y no disfrutarlo, es contradictorio. Cada vez que Ecuador hacía un gol lo veía como una situación de trabajo. Hoy pienso que al menos debí haberme reído, haberme abrazado con alguien. Pero por dentro lo disfruté”, añadió. Y lo mejor fue que repitió la experiencia cuatro años después, con Honduras y ahora lo hará con Costa Rica. Eso no se lo quita nadie.
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