Visión CR

PLN en una encrucijada que asemeja una montaña rusa

Eduardo Amador Hernández,

periodista de VisiónCR

Las últimas 11 elecciones, a partir de 1982, muestran al Partido Liberación Nacional actuando como una verdadera montaña rusa, que tuvo su punto más alto en ese año para luego caer en una meseta que experimentó su descenso más prolongado en el 2018, donde estuvo en riesgo de caer en un precipicio, para apenas subir un poquito en los últimos comicios de febrero de este año.

Por ejemplo, se debe destacar que, a pesar del aumento considerable de la población, en el 2022 el PLN obtuvo apenas un poco más de 9 mil votos que en los comicios de 1982. Esto significa, porcentualmente, una disminución de un poco más del 27%. Entre 1982 y 2018, la caída fue de casi 40 puntos, que traducidos en la cantidad de votos recibidos indica una caída de 165.620 votos. (Ver cuadro).

AñoVotantesVotos recibidosPorcentaje 
19821.261.127566.37458,80%Ganador
19861.486.474620.31452,30%Ganador
19901.692.050636.70147,20%Segundo lugar
19941.881.348739.33949,62%ganador
19982.045.980618.83444,56%Segundo lugar
20022.279.851563.20231,05%Segundo lugar, perdió balotaje
20062.550.613664.56140,92%Ganador
20102.836.357895.51646,91%Ganador
20143.051.386610.63429,71%Segundo lugar, perdió balotaje
20183.322.329400.75718,64%(3 lugar)
20223.541.908575.51827,28%Primer lugar, perdió balotaje

Se debe resaltar que en este análisis se toman en cuenta solo los resultados electorales de febrero y no los llamados balotajes, que han sido recurrentes en este siglo. En este periodo que se han tenido que celebrar los cuatro que registra la historia; tres de ellos corresponden a los tres últimos periodos electorales y para acentuar más los problemas, ninguno de los cuatro ha dado como ganador al PLN y en uno de ellos, en el 2018 siquiera tuvo derecho a participar pues quedó en el tercer lugar de los comicios generales de ese año.

El cuadro muestra los resultados que obtuvo el PLN desde 1982 al 2022, es decir, 40 años con 12 elecciones, de las cuales, las últimas tres han sido descalabros consecutivos, algo inédito en la historia de ese partido que nació hace 71 años, periodo en el que ha ganado en nueve elecciones:  1953, 1962,1970,1974,1982, 1986, 1994, 2006 y 2010, e igual número de pérdidas 1958,1966, 1978, 1990, 1998,2002, 2014, 2018 y 2022.

El apoyo electoral más importante en lo que va del presente siglo, se dio en las elecciones del 2010 cuando Laura Chinchilla Miranda se convirtió en la primera mujer presidenta de la República con casi un 47% de respaldo.

Pero a partir de ese momento, comenzó con una caída vertiginosa, especialmente en la lucha por la Presidencia de la Republica. En 2014 el porcentaje obtenido bajó en un 17% mientras cuatro años más tarde, el 2018 solamente el 18,6% de los votantes apoyaron a la agrupación verdiblanca, según lo muestra el gráfico siguiente. Esto significa con respecto a la elección del 2010, casi un 28% menos de votantes. Liberación ocupó el tercer lugar, no pudo, por lo tanto, participar en el balotaje y obtuvo la votación más baja en toda su historia de 71 años.

Es la cifra más baja jamás obtenida por ese partido, que, sin embargo, tuvo, al igual que en esta oportunidad y en el 2014, las más numerosa de todas las fracciones legislativas, eso sí, muy lejos del número mágico de 29 diputados, necesarios para dominar la Asamblea Legislativa sin necesidad de negociar con otros partidos.Ha sido, se ha dicho, la mayor minoría.

Hay que resaltar que hasta 1998 se puede considerar que fue la época de oro del bipartidismo, donde Liberación se turnaba en el poder con el partido Unidad Social Cristiana u otros partidos que aglutinaban a los mismos dirigentes pero que tenían nombre diferente, como,por ejemplo, Unificación Nacional.

Sin embargo, en ese año ya comenzaron a aparecer ciertos vestigios que se fueron profundizando con el paso del tiempo para terminar con el bipartidismo.

El parte de aguas se dio en la elección del 2002, donde el PUSC eligió 19 diputados y Liberación 17 e irrumpieron con fuerza partidos como Acción Ciudadana que eligió 14 diputados y el Movimiento Libertario con 6.

La elección del 2006 tomó al PUSC desgastado por los llamados casos Caja -Fischel, ICE-Alcatel que involucraron a los expresidentes Rafael Ángel Calderón y Miguel Ángel Rodríguez. Ya en este periodo Acción Ciudadana mostró su fortaleza, lo mismo que el Movimiento Libertario.

No obstante, no fue sino hasta las elecciones del 2014 cuando el país rompió totalmente con el bipartidismo al elegir a Luis Guillermo Solís del partido Acción Ciudadana como presidente de la República.

La historia reciente es conocida, el mismo PAC ganó las elecciones del 2018 y en el 2022, ganó un partido emergente, el Progreso Social Democrático con Rodrigo Chaves, actual gobernante.

El resultado electoral de este año le da oxígeno al PLN para seguir sobreviviendo, lo mismo que al PUSC; sin embargo, la agrupación que derrotó al bipartidismo, el PAC, quedó “ninguneada” pues apenas obtuvo un 0,66%  del total de los votos emitidos, no eligió siquiera un diputado y no tiene derecho a la deuda política.

El poder en el PLN

Y, aunque el PLN siempre se comportó como una maquinaria electoral más que un partido, según reconoció uno de sus fundadores, Daniel Oduber, es en estos últimos años donde las estructuras, distritales, cantonales, provinciales y familiares se han fortalecido, con fuertes amenazas de un “clan” que se estima poderoso como es el de los alcaldes.

Daniel Oduber Quirós, expresidente de la República: «el PLN se convirtió en una maquinaria electoral»

Estas estructuras fueron cerrando hasta la más mínima hendija dando poca o ninguna opción a grupos con ideas nuevas, refrescantes, a tono con el siglo XXI, el de los “milenians”.

Esas mismas estructuras se hicieron fuertes en muchos cantones donde se apoderaron de las municipalidades locales y hoy pretenden también dominar la asamblea nacional para elegir los futuros diputados.

Alcaldías

Este mismo fenómeno de pérdida de poder se registra también en las elecciones cantonales para elegir alcaldes, regidores, síndicos, concejales de distrito e intendentes. Para este último análisis se toma en cuenta únicamente los últimos cuatro comicios cantonales; los del 2006 y 2010 que coincidieron con los nacionales y los del 2016 y el 2020 que se realizaron ya independientemente.

En el 2006 el PLN triunfó en 59 cantones; cuatro años después obtuvo el mismo número; sin embargo, ya en las del 2016 mostró un evidente bajonazo en la cantidad de municipios que domina pues apenas ganó 50 alcaldías y cuatro años después, en el 2020, su dominio apenas alcanza 42 alcaldías.

Las próximas elecciones municipales prácticamente están a la vuelta de la esquina; se realizarán en febrero del 2024 y sin duda, el PLN tendrá problemas.

Alcaldes del PLN cuestionados en el caso Diamante

Cinco de los actuales alcaldes fueron vinculados con la operación Diamante que investiga presuntos actos irregulares en la contratación de obras públicas en varias municipalidades, entre ellas la de San José, Alajuela, San Carlos, Osa; las cuatro con alcaldes liberacionistas: Johnny Araya, Humberto Soto, Alfredo Córdoba y Alberto Cole respectivamente.

En definitiva, Liberación está en una disyuntiva; o se abre a otros sectores que han buscado espacio en ese partido, o su poder va a continuar deteriorándose hasta que llegue el momento en que deje de ser una alternativa para los costarricenses.

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