William Hayden, economista
Hoy se cumplen dos meses de que el presidente Chaves asumió el gobierno del país. Han sido 60 días que nos han sorprendido con su estilo de gobernar.
Es un hacedor, toma decisiones, las implementa, gira instrucciones, no admite el no por respuesta y las cacarea como gallina envalentonada todos los días en conferencias de prensa en donde aparece bravucón y matón aunque comienza a cansar con tanta exposición mediática.
Ha tomado el toro por los cuernos y no se ha apendejado ante sus posibles cornadas, está tratando de domarlo, cansarlo y sin hacerle caso a las babas que suelta por su hocico la prensa canalla que sigue atacándolo. Tenemos presidente, contrario a lo que ocurrió hace cuatro años, en el gobierno bicéfalo PAC, por un lado Carlos Alvarado como presidente, sin saber qué hacer, y por el otro, Rodolfo Piza su ministro de la presidencia, tratando de imponer su propia agenda de gobierno, ambos a la deriva, comenzando a guiar la nave del país hacia un destino incierto y de improvisación. Chaves se fijó las metas y va hacia su cumplimiento brinque quien brinque, ojalá sea dentro del marco de la ley.
Paradójicamente la situación internacional le está complicando el logro de las metas que se impuso. Por ejemplo, bajar el costo de la vida está resultando imposible con una inflación que acaba de cerrar al mes de junio con un crecimiento anual del 10.06% según las cifras del Índice de Precios al Consumidor que calcula el INEC, situación que no se presentaba desde el año 2007 y 2008 en tiempos de la administración de Oscar Arias cuando la inflación fue del 10.81% y 13.90% respectivamente (en promedio 12.35%).
Esta alza de los precios es ajena a los esfuerzos del Banco Central por tratar de bajar la tasa de inflación, que sigue ante esta situación viendo los toros desde la barrera sin poder meterse al redondel, ya que de los 289 artículos que componen la canasta básica, 199 subieron de precios (69%) cuyo comportamiento no es afectado por las subidas de la tasa de política monetaria con que el ente emisor trata de contrarrestar el efecto de la inflación importada.
El costo de vida también se eleva con las presiones cambiarias derivadas de importaciones más caras sobre todos los hidrocarburos, igualmente ajenas a las políticas del Banco que lo que hace es consumir reservas para aminorar el impacto de la devaluación del colón y afinar sus cuentas para pedir prestado a organismos internacionales y a San Fondo Monetario Internacional, para que le suplan de divisas para estabilizar el tipo de cambio aunque sea hipotecando a futuro el pago del servicio de la deuda.
Esto no se lo esperaba el nuevo gobierno, y se le complica reactivar la economía con un ascenso esperado del PIB para el 2022 del 3.0% al 3.4% y sin generar en consecuencia nuevas fuentes de empleo. Nos enrumbamos a una situación inflacionaria acompañada de cierta recesión.
Pero en lo que si puede controlar y ejecutar el gobierno de Chaves se está poniendo las pilas. Le cantó cuatro verdades a la Corte Suprema de Justicia por su impericia e ineficiencia en el cumplimiento del mandato constitucional de Justicia Pronta y Cumplida.
Es una llamada de atención que puede hacer cualquier ciudadano y no una intromisión de poderes como la ha visto La Nación durante dos semanas de columnas van y vienen, editoriales, artículos de su arsenal de escribientes dándole la razón; y esta jalada de aire tuvo un efecto inmediato y efectivo. ¡Albricias!, el presidente Fernando Cruz de la Corte anunció su retiro, no va por la reelección; se acoge a su pensión de lujo y se dedicará a escribir sus memorias sobre la inoperancia del Poder Judicial en Costa Rica tomando como fuente sus experiencias y el “Cuarto Informe Estado de la Justicia 2022” que nos advierte que el Poder Judicial sigue siendo un pilar democrático de nuestro país pero que su desempeño global continúa mostrando una evolución declinante, por decirlo en términos suavecitos para que no se enojen.
Ya era hora. Que se abran las ventanas judiciales para que salga el aire corrompido del conservadurismo y entre a raudales nuevos aires de cambio y refrescamiento que nos reditúe a los costarricenses que invertimos en justicia una Corte eficiente y eficaz.
Sin duda su fuerte golpe a la mesa de la burocracia estatal con el tema de los puentes en San Carlos fue de película. Se ponen ya, y se pusieron ya.
Esto me recuerda como anécdota en mis tiempos de inicio en la gerencia del Banco Nacional en 1997. Convocaba a una reunión gerencial, daba instrucciones para cambiar ciertas políticas y acciones y la burocracia desafiante me decía, eso no se puede hacer, y porque les preguntaba, y me decían, siempre se ha hecho así y no podemos cambiar. Mi respuesta.
A partir de hoy, por esta puerta gerencial no entran más los representantes del NO, ni siquiera los de tal vez, solo hay espacio para los del SÍ y los que le busquen la comba al palo, sin infringir la ley, para transformar al banco y sacarlo del estado virtual de quiebra en que lo encuentro. Se cumplió y se triunfó. Modestia incluida.
No se imaginaron nunca que eran seres humanos , siempre vivieron como si fueran ungidos por alguna deidad de fantasía , yo espero que se siga por el camino de la justicia y que cada ves más se les .uestre la cara al pueblo de quienes se le han metido en sus comidas , sus derechos y sus esperranzas.
Queda mucho por hacer , se está viendo un mejor horizonte ….
Excelente comentario de don William. El estilo de gobierno de don Rodrigo, concuerda con la visión y carácter de un EJECUTIVO, que al fin es el poder del Estado que ostenta el Presidente, y lo hace derribando la ingobernabilidad proclamada antes. Ya siquiera recordamos el último presidente con esa característica, tal vez don Daniel Oduber, pero los demás fueron simple y llanamente POLITICOS BUSCANDO CUIDAR SU PARTIDO NO EL PAIS..