Eduardo Amador Hernández
Visión CR
- Erwen Masis no pierde tiempo y busca respaldo para ocupar la presidencia del PUSC
- Movimiento para formar coalición es bien visto por Rafael Ángel Calderón Fournier.
Cinco fracasos electorales consecutivos, dos expresidentes cuestionados por problemas legales y la intromisión consentida de importantes agentes externos en las dos últimas elecciones, son parte de los graves problemas que hoy afronta el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) que en este mes de julio tendrá su asamblea nacional con el fin de elegir al comité ejecutivo superior.

¿Cuál es la fórmula con la que los socialcristianos pretenden volver al poder tras un principio de siglo tormentoso, en que ha visto cómo la cantidad de sus seguidores ha disminuido considerablemente, tanto que en las últimas elecciones que concluyeron en febrero ocupó el quinto lugar?
La coalición de los grupos socialcristianos existentes es, en apariencia, el camino que podrían recorrer el PUSC y el Republicano Social Cristiano (PRSC) con el fin de que, en el 2026, tras 20 años de sequía, recuperar el poder.
La tarea parece compleja; hoy muchos en el PUSC estiman que la vocación del partido es provincial y que a bastantes dirigentes lo único que les interesa es llegar a la Asamblea Legislativa, donde, en la actualidad, apenas tiene nueve legisladores cuando en su momento de gloria logró ocupar 29 escaños.
“Se trata de siete feudos”, expresó el dirigente del PUSC, Rodrigo Navarro Peralta al explicar, desde su punto de vista, la situación de esa agrupación, donde, las siete asambleas provinciales son las que eligen los candidatos a diputados por cada una de las siete provincias, los que luego son ratificados, como corresponde, por la asamblea nacional, que no tiene la posibilidad de plantear cambios.
La idea de la coalición es manejada por quien hoy procura la presidencia de esa agrupación, Erwen Yanan Masis Castro quien ha sostenido reuniones con dirigentes del PRSC, entre ellos, Rafael Ángel Calderón Fournier, quien ha visto con simpatía el plan.

No obstante, según el dirigente del PRSC, Carlos Araya Guillén, para que la idea de una coalición se materialice debe cumplir con dos condiciones: que sea democrática y también humanista, lo cual la alejaría de las extremas, la derecha y la izquierda, teniendo como norte el centro.
Masis, según explicó el dirigente Navarro Peralta, lo que pretende es unir a la familia socialcristiana, hablarle al costarricense de manera directa y, además busca, el cambio total de toda la estructura partidaria.
La división socialcristiana
En el PUSC existían dos tendencias, Convergencia Calderonista y Renacer Socialcristiano; este último grupo logró que los estatutos del partido se modificaran con el fin de que fueran las asambleas provinciales las que eligieran los aspirantes a diputados que luego serían ratificados por la asamblea nacional.
De esta manera, le quitaron el poder que tenía el fundador del PUSC, Rafael Ángel Calderón Fournier, sobre los asambleístas nacionales, pues él era el que denominaba con sus representantes esa asamblea y podía nombrar como candidatos a diputados a los que quería, girando las instrucciones sobre por quién había que votar. Generalmente, se respetaba su criterio.
Tras este incidente político, Calderón se separó del PUSC en el 2014 y para las elecciones del 2018 inscribió al partido Republicano Socialcristiano (PRSC), con el Dr. Rodolfo Hernández como candidato presidencial.

La agrupación obtuvo una apreciable cantidad de votos – 106.401 – y eligió dos legisladores para el periodo que terminó el pasado 30 de abril: Otto Roberto Vargas y Dragos Donalescu, quien en julio del 2020 se separó de la agrupación, fundó el partido Costa Rica Justa que postuló a Rolando Araya Monge como candidato presidencial, con resultados negativos, tanto es así que no alcanzó ni el 1% para presidente y no eligió ningún diputado.
Elecciones del 2022
La decisión para participar en los comicios del 2022 se afirmó y para ello, en una primera instancia, el PRSC emprendió la posibilidad de establecer una coalición con diferentes partidos, entre ellos, el Integración Nacional (PIN) a las que luego se unió el hoy presidente de la República, Rodrigo Chaves y el Partido Progreso Social Demócrata (PPSD).
Según Carlos Araya Guillén, Chaves participó activamente y muy identificado con el Republicano Social Cristiano y en especial con el diputado Otto Roberto Vargas, quien era miembro del directorio de la Asamblea Legislativa y presidente del PRSC.
Araya comentó que Chaves concurrió a encuentros con la dirigencia de ese partido en varios puntos del país y que él le tocó organizar los de Alajuela y Grecia, los que, según comentó, fueron un éxito pues los seguidores del PRSC escucharon con entusiasmo al hasta ese entonces poco conocido dirigente político.

“Nosotros estábamos muy satisfechos pues creíamos que teníamos un buen candidato, que le llegaba a la gente”, expresó Araya.
“Pero de pronto surgió un problema que dio al traste con lo que llevamos adelante y fue la figura de Pilar Cisneros quien no aceptaba a Rafael Ángel, al calderonismo ni al Republicano”, aseguró Araya Guillén.
Aquella situación provocó una atmósfera negativa para la negociación que se daba en ese momento entre los dirigentes que impulsaban una eventual coalición entre Republicano Social Cristiano, el PIN, el PPSD y otras agrupaciones.

La exigencia de Chaves de postular a Pilar Cisneros en el primer lugar por San José, tenía un carácter “dictatorial”, lo que no sentó bien a muchos de los participantes en una de las reuniones más importantes, donde se definía las candidaturas a diputados que le correspondían, de acuerdo con lo negociado, al PRSC, el PIN y al PPSD.
“Dada la intransigencia de Chaves, Otto Roberto se retiró de la reunión y me recomendó que yo siguiera participando”, declaró Araya Guillén.
“A mí, recordó, me correspondió entonces continuar con la reunión que se tornaban cada vez más complicada.
“Tan fue así que llamé a don Rafael Ángel y facilité una conversación entre él y Chaves. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo pues la posición del hoy presidente de la República sobre el primer lugar por San José para doña Pilar, fue totalmente inflexible”, manifestó.
Además, aseguró Araya Guillén, Chaves no cumplió con su palabra sobre cuatro diputaciones para el PRSC en Alajuela, Puntarenas, Guanacaste y Alajuela. “Eran cuatro y terminamos sin ninguna”, comentó don Carlos.
“En realidad, el PRSC tiene una estructura organizativa muy buena, y por ello fue que dimos a conocer a Chaves, quien al final nos sacrificó al ceder a las presiones de Pilar Cisneros”, expresó.
Ante la situación planteada, el candidato del PRSC para los comicios de febrero del 2022 fue de nuevo el Dr. Rodolfo Hernández. Sin embargo, la cantidad de votos que obtuvo en esta ocasión resultó muy baja, el 0,6%, 12 mil votos, y no se logró elegir diputados. Él, Hernández, tenía doble nominación, era candidato a la Presidencia de la República y también a diputado. No logró ninguna de las dos.
El camino por seguir
En política el que pierde un momento, puede perder el partido final y en el PUSC, Erwen Masis lo tiene claro y desde hace varias semanas tiene reuniones con diversos sectores de su partido, así como del PRSC; concretamente tuvo un almuerzo con Calderón Fournier a quien comentó sus planes.

Lo que pretende en primera instancia Masis es ocupar la presidencia del partido, cargo que ocupa actualmente el exministro de Obras Públicas y Transportes, Randall Quirós Bustamante,

y desde ahí, armar la plataforma que lo podría llevar a ocupar la candidatura presidencial socialcristiana y, por ende, llegar a la Presidencia de la República. Aún no se sabe si don Randall buscará la reelección.
Masis cree que, para lograr ese objetivo, necesariamente todo el socialcristianismo debe estar unido y, por lo tanto, se debe tomar en cuenta al Lic. Calderón Fournier, por lo que, claramente, debe volverse a lo que establecían anteriormente los estatutos, esto es que la asamblea nacional debe ser la que nombre los candidatos a diputados con lo cual se allanaría el regreso del expresidente.
Pero, por otro lado -y no menos importante- es el remozamiento del socialcristianismo. Se tiene claro que no se puede seguir jugando con los mismos actores de siempre que no significan nada para los nuevos votantes que son la mayoría del padrón electoral.
Según reconoció Rodrigo Navarro, a Masis se le debe reconocer que está trabajando duramente con el fin de lograr el objetivo de ser presidente del PUSC.
Agregó que, aunque tiene que escudriñarlo aún más, apoya a Masis, de quien reconoce que tuvo una valiosa posición en el debate que hubo el año pasado entre los precandidatos socialcristianos en el canal 7 con motivo de la convención para elegir al aspirante de ese partido para las elecciones de febrero pasado.

“Él fue brillante, tanto que si hubiera habido otro debate habría sido el candidato para los pasados comicios”, enfatizó Navarro, quien agregó que el movimiento que impulsa en la actualidad la está pegando debido que trabaja incansablemente en tres líneas: unir a la familia socialcristiana, pero unificarlas de verdad; le está hablando al costarricense de manera directa, tal y como lo hizo Chaves en la pasada campaña electoral y de ahí el apoyo que obtuvo y, la tercer línea es que está propuesto a remozar las estructuras del partido”.
Por otro lado, don Erwen Masis, en declaraciones dadas recientemente, entiende porque al PUSC se le considera como un partido tradicional. “Lo que pude percibir en esta última campaña es que las nuevas generaciones no ven atractivo al PUSC porque no los representa en función de sus ideas o necesidades”.
“Está la urgencia de que la Unidad vuelva a ser un partido de propuestas, de ideas y no solo una estructura electoral que articula cada dos años. Se han dejado de generar ideas, pensamientos, política pública, opinión; los partidos no solo deben presentar candidaturas.
Antes había constantes talleres, secretarías en temas; cualquier persona podía reconocer a sus personas y sus ideas (partidarias). Tenemos que reinventarnos y ser flexibles”, opinó el dirigente del PUSC.
La situación es complicada para los socialcristianos: 20 años sin ostentar el poder es mucho tiempo en política; el remozamiento de las estructuras partidarias se vuelve imprescindible máxime en un momento donde la mayor parte del electorado no conoce ni le interesa conocer sobre viejas figuras y si ven la necesidad de tener un líder que sepa llegar a los electores.
Estos son parte de los retos que tienen los socialcristianos, primero con miras a las elecciones municipales del 2024 y, a más largo plazo, las elecciones nacionales del 2026 para elegir presidente y vicepresidentes de la República, así como los 57 diputados.
La tarea demanda mucho trabajo, así como una importante estrategia que busque unir a los socialcristianos y, lo principal atraer nuevos votantes.
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