Visión CR

Mercedes Sosa: canción con todos

Adriana Núñez, periodista Visión CR

“Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur/ piso en la región más vegetal del viento y de la luz/ siento al caminar toda la piel de América en mi piel/ Y anda en mi sangre un río que libera en mi voz, su caudal…”

Conocí personalmente a Mercedes Sosa en las instalaciones de una emisora de radio para la cual laboraba y donde llegó de visita pues algunos de los jefes -de origen argentino- eran sus amigos y con ellos colaboraba en una causa común contra la dictadura de Videla.

Esa tarde, me relevaron de mis compromisos periodísticos para acompañar a la gran intérprete por espacio de varias horas durante las cuales tuvimos oportunidad no sólo de compartir un delicioso almuerzo, sino también de hablar de sus canciones, algunas de las que rasgué como pude con mi guitarra -que me acompañaba a todas partes en esos días- con el fin de mostrarle cuánto admiraba su talento y el mensaje que en ellas enviaba, siempre cubierto de un manto de ternura.

Tenía yo entonces poco más de 18 años y durante esa maravillosa jornada, tuve la absoluta atención de aquella mujer de poncho, sencilla y agradable, que, con generosidad de alma sensible y empática, entonó a mi lado “Canción con todos” un tema incluido en su disco “El grito de la tierra” que se había estrenado hacía ya varios años, en 1970, y que ha sido siempre, una de mis favoritas. “Canta mi niña, que así se libera el alma…” Me habló entonces como lo hacía mi madre y eso no lo he olvidado nunca.

Hoy, a 87 años de su nacimiento, acaecido el 9 de julio de 1935, en San Miguel de Tucumán, Argentina, en Visión CR hemos querido rendir homenaje a la trayectoria artística de “La Negra” como le llamaban sus más allegados, quien estuvo siempre dentro y fuera del escenario, a la par de los más necesitados, vibrando alto con su imponente presencia escénica -a pesar de su baja estatura- al describir con inmenso amor las luchas cotidianas y defender con ala protectora la raíz folclórica de su estirpe.

Mercedes Sosa nació en Argentina el 9 de julio de 1935. Falleció en 2009 a los 74 años de una enfermedad hepática. (Foto América digital)

Orígenes

Mercedes Sosa, a quien su padre inscribió como Haydee Mercedes en vez de Marta, como quería la madre y como le decían familiarmente, fue una de las máximas exponentes de la música folclórica y testimonial de la América Latina del siglo XX.

De familia obrera, era descendiente de indígenas “diaguitas” voz quechua con la que se designa un conjunto de pueblos independientes que hablaban cacán, idioma común y que se establecieron en el noroeste de Argentina -en especial en los valles Calchaquíes- y en el Norte Chico de Chile. Pero también corría por sus venas sangre francesa y española.

Al llegar a la adolescencia, le gustaba bailar, cantar y enseñaba danzas folklóricas. Mantuvo siempre un enorme apego por las expresiones artísticas populares.

En octubre de 1950, a los 15 años y apoyada por su grupo de amigas más cercanas, participó en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán usando el seudónimo de Gladys Osorio; su prometedora voz le facilitó ganar dicho concurso gracias al cual consiguió un contrato por dos meses de actuación en la misma emisora.

Ese acontecimiento marcó el punto de partida como artista. Diez años después, comprometida no solo con el folclor sino también con el Movimiento del Nuevo Cancionero, pudo actuar en nuevos escenarios donde a través de su arte ponía de manifiesto escenas de la vida cotidiana del pueblo argentino con sus dolores y alegrías. Nació así su primer disco “Canciones con fundamento” editado por el sello independiente Matus.

Profusa producción discográfica

A partir de 1970 surgirían también otros discos importantes para su trayectoria, tales como “Navidad con Mercedes Sosa”. Un año después salió a la luz “Homenaje a Violeta Parra” que recoge temas de la popular cantautora chilena y en 1976 -un año difícil por el golpe militar en su país- sale publicado “Mercedes Sosa” acetato en el que se rescatan poetas argentinos y latinoamericanos tales como Pablo Neruda, Víctor Jara, Alicia Maguiña e Ignacio Villa, éste último de nacionalidad cubana, conocido como “Bola de Nieve”. Posteriormente, en 1977, rinde homenaje al compositor Atahualpa Yupanqui con un disco que reúne algunas de sus mejores piezas.

Mercedes Sosa tuvo un solo hijo: Fabián Matus, nacido en 1958, quien murió diez años después de su madre (Foto: Archivo)

Ya para esa fecha se vivía en Argentina un ambiente enrarecido por la opresión política y el terror infligido por el régimen militar. Aún así, ella editó “Serenata para la tierra de uno” obra que se da a conocer en medio de la violencia y la tensión política y que finalmente, causó que la detuvieran en la ciudad de La Plata. Ese mismo año no tuvo más remedio que exiliarse en París desde donde viajó a Madrid, ciudad en la que residió durante varios años.

Mercedes Sosa regresó a su país en 1982, cuando la dictadura militar comenzó finalmente a tambalearse. Ofreció más de una docena de conciertos en el Teatro de la Ópera de Buenos Aires. En 1983 brindó varias presentaciones en Brasil y se editó “Gente humilde” y poco después pudo volver definitivamente a Argentina donde surgió el disco “Como un pájaro libre” uno de los más bellos compendios musicales de autores tanto tradicionales como más recientes.

En 1984, tras el fin de la guerra de Las Malvinas y el regreso a la democracia, Sosa gestó el disco “¿Será posible el sur?” donde se mezclan canciones de esperanza, folclor y canto latinoamericano. Al poco tiempo, también respaldó a compositores entre los que se encontraban Fito Páez, Víctor Heredia, Carlos Carabajal y Pablo Trullenque, con la aparición del disco “Vengo a ofrecer mi corazón”.

El 20 de diciembre de 1991, luego de casi diez años de no cantar en un estadio abierto, “La Negra” se reencontró con la multitud en el Multideportivo Ferro Carril Oeste. La acompañaron Fito Páez, Julia Zenko, Nito Mestre, Piero, Celeste Carballo, los Illya Kuryaki, León Gieco, Charly García, Víctor Heredia, Mariano Mores, Facundo Ramírez, Horacio Molina, Coqui y Claudio Sosa y Hamlet Lima Quintana. En ese concierto, presentó un inolvidable espectáculo para deleite de alrededor de 15.000 personas.

Mercedes Sosa había padecido de la enfermedad de Chagas, también conocida como tripanosomiasis americana, una afección que puede causar problemas serios al corazón y el estómago y de la cual se recuperó poco antes de la llegada del nuevo milenio. Las buenas noticias le permitieron continuar su actividad artística y presentar en 1998, su nuevo disco “Al despertar” que tuvo enorme eco pues marcó el reencuentro con su raíz folclórica. También le facilitó retomar las giras internacionales que incluyeron presentaciones en México, Guatemala, El Salvador y otras naciones del continente.

En 2008 realizó un impactante recorrido musical tanto en América como por naciones del Viejo Continente, entre ellas: España, Italia y Alemania. No obstante, su último contacto con el público se produjo ese mismo año en la ciudad de Guaymallén, en Mendoza, Argentina. En mayo, Mercedes había participado también en un megaconcierto organizado por la Fundación América Latina en Acción Solidaria (ALAS) en el cual cantó junto a la colombiana Shakira el tema “La Maza” del cubano Silvio Rodríguez.

Falleció a los 74 años, el 4 de octubre de 2009 víctima de una enfermedad hepática que le provocó una disfunción renal progresiva complicada con una afección cardiopulmonar, en el Sanatorio de la Trinidad Palermo, en Buenos Aires. Le sobrevivió su hijo, Fabián Matus, nacido en 1958 (fallecido en 2019), fruto de su matrimonio con Manuel Óscar Matus, unión que duró de 1957 a 1965.

A su muerte, Mercedes Sosa, había podido grabar un extenso legado discográfico y recibido importantes premios por su excelencia musical. A los múltiples galardones se sumó el Grammy Latino al Mejor Álbum Folclórico otorgado por el disco póstumo “Deja la vida volar” en 2011.

“Como un pájaro libre de libre vuelo,

Como un pájaro libre así te quiero…”

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