Visión CR

No me defiendas compradre

Álvaro Campos Solís, periodista

Cuando las autoridades judiciales investigan el manejo irregular de las finanzas, abusos de poder y abusos sexuales en la iglesia católica o en otras iglesias de distinta denominación, sería un error interpretar esa acción como un acto contra la fe de los católicos, evangélicos y otras congregaciones que se autodenominan cristianas. La basura o podredumbre que encuentren los investigadores no es responsabilidad de los creyentes.

Al igual que las autoridades judiciales, el presidente de nuestro país no debe ser una figura decorativa.  Su obligación es velar por el bienestar y el patrimonio de los costarricenses. Por esa razón, amplios sectores de la población esperamos que el gobierno del presidente Chaves no nos defraude.

 Ya hemos visto numerosos casos donde los investigadores entran al Vaticano o llaman a cuenta a pastores de grandes y poderosas congregaciones.  En algunos casos los involucrados terminan en la cárcel, otros optan por el suicidio.  El registro histórico es muy rico en ese tipo de acontecimientos. Esperemos que en nuestro país a nadie se le ocurra hacerse el harakiri, tan solo porque las investigaciones lo pudieran salpicar.

Lo que sí es posible es que la bronca que libran el presidente Chaves y el periódico La Nación podría convertirse en una tragicomedia. Uno de los dos contendores perderá la pelea. En tal caso, el mandatario perdería credibilidad, mientras que el vespertino corre el riesgo hasta desaparecer como el medio más influyente en la vida nacional durante los últimos 75 años.

Mientras tanto, los defensores de uno y otro bando ponen una nota entre dramática y cómica al conflicto. De momento las redes sociales permanecen al rojo vivo.  Somos muchos los que queremos opinar, hasta la mayoría de los   expresidentes de la República y algunos diputados. Los expresidentes procuran no caer en el olvido, los diputados buscan ganar notoriedad. No faltan los que buscan afilar el hacha con miras a una diputación en el 2026. En rio revuelto…

En la Asamblea Legislativa parece que las cosas se manejan con cuidado.  El presidente y la mayoría de los diputados parecen dispuestos a rescatar el prestigio de la institución y procuran no involucrarse en los negocios de una empresa privada.

Lo más simpático de este acontecimiento, el cual tiene ingredientes políticos, financieros y sanitarios, es que quienes optan por defender al matutino en su discurso inician señalado los abusos del periódico y su afán por controlar el escenario político nacional, al mismo tiempo defender los intereses del gran capital. Luego, entran a cuestionar el “autoritarismo” del   presidente Chaves.

Es así como algunos expresidentes de la República recuerdan cuando fueron perseguidos sin tregua ni consideración por el periódico de Llorente de Tibás y ahora, en un acto de masoquismo, salen a defenderlo. Bien haría el periódico de Tibás en decirle a sus defensores “no me defiendas, compadre”.

El conflicto surgió en el momento en que el Ministerio de Salud ordenó el cierre del Parque Viva, en La Guácima de Alajuela, propiedad del Grupo Nación, en respuesta a denuncias de los vecinos. Las denuncias se fundamentaban en el congestionamiento vial que surgía cada vez que había un concierto o festival, al cual acudían miles de personas que bloqueaban los accesos a ese centro de entretenimiento durante dos, tres y hasta cuatro horas. Los bloqueos impedían el paso de vehículos, incluyendo ambulancias y unidades del cuerpo de bomberos.

A lo anterior hay que agregarle las revelaciones del mandatario sobre la compra de bonos de La Nación, por parte de la Caja Costarricense del Seguro Social, por varios miles de millones de colones, con recursos que pertenecen al régimen de pensiones de esa institución.

El periódico está al día en el pago de los intereses. Por su parte, el presidente Chaves no oculta su preocupación por la recuperación del principal ya que es dinero destinado al pago de pensiones y ha cuestionado la solvencia financiera del citado medio informativo.

Tres han sido los argumentos más utilizados por parte de quienes cuestionan al presidente Chaves y, de paso, defender las denuncias del matutino.

Entre los argumentos invocados destacan: 1) El cierre del Parque Viva es una sacada de clavo. 2) Una decisión del Poder Ejecutivo que lesiona la democracia. 3)  El cierre de ese centro de eventos atenta contra la libertad de prensa y la libertad de expresión.

En primer lugar, para que haya una sacada de clavo significa que la parte que ahora se siente ofendida en algún momento hizo el papel de agresor. Entonces, en honor a la verdad, tienen que revelar quién inicio el conflicto y cuál fue el motivo.

En segundolugar, decir que la medida lesiona principios democráticos es dar por sentado que los lectores de periódicos y televidentes aceptan el significado que los políticos le han dado a esa palabra. Democracia es una de las palabras más manoseadas por la clase política. Uno de los primeros en reconocerlo fue Don Pepe Figueres en su artículo “Palabras gastadas”, publicado en 1943.

Políticos profesionales y aprendices de político convirtieron la democracia en la dama de la demagogia o señuelo del engaño.

Según el artículo publicado por La Nación el 28 de febrero del 2020, bajo el titulo “Para proteger la democracia hay que reformarla”, el autor señala que de acuerdo con la última encuesta de PEW, como promedio, un 51% de los ciudadanos de 27 países afirman que está descontento con la democracia, y solo un 45 % esta satifecho con ese sistema.

“Si ese 51% no parece alto, entonces vale la pena recordar que en el Reino Unido la cifra es de un 55 %, en Japón un 56%, en Estados Unidos un 58 %, en Nigeria en un 60 %, en Argentina un 63 %, en Sudáfrica un 64%, en Italia un 70 %, en España un 81 %, en Brasil un 83% y en México un 85%”, afirma Andrés Velasco, ex candidato presidencial y ex ministro de Hacienda de Chile.

Sobre el tercer argumento, lo ideal sería que los defensores del Periódico La Nación nos expliquen: ¿qué es la prensa? Entiendo que los medios informativos son empresas con fines de lucro, integrados por patronos y empleados. Esas empresas lo único que prensan son los billetes.

Lástima que los defensores del mencionado periódico no salgan en defensa de la libertad de pensamiento.

Creo que esta bronca entre el presidente Chaves y La Nación se ha sobredimensionado. Poner las cosas en su lugar es la obligación de todo presidente. Lo que pasa es que los anteriores mandatarios prefirieron no hacer olas, dejar las cosas queditas y si alguien no honraba sus compromisos con el Estado, al pueblo le echaban esa carga sobre sus espaldas. Esa fue una de las razones por las cuales el país llego al borde del abismo.

Debemos aceptar que en el desenlace de este enfrentamiento que cada palo aguante su vela. Al pueblo solo le asiste el derecho a vivir mejor.

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