Eduardo Amador, VisiónCR
Los dos primeros meses del gobierno de Rodrigo Chaves marcan un rumbo que, de alguna manera, es el mismo que fijó en la campaña electoral que concluyó el 3 de abril: al presidente le gusta la confrontación, comprarse la bronca y por qué no, sacarse clavos.
Y, el inicio del tercer mes, julio, profundiza ese camino que crea una incertidumbre sobre lo que ocurrirá en el país en los días, semanas y meses siguientes. El estilo del mandatario es distinto, tiene poco talante, es agresivo y va directo, con golpes al hígado de sus rivales.
Ejemplo de esto último fue la decisión, sorpresiva, que adoptó el viernes 6 de julio, el Ministerio de Salud de cerrar el Parque Viva, propiedad del Grupo Nación (GN) que se ubica en La Guácima de Alajuela. Esta instalación es posiblemente una de las empresas más importantes de ese grupo empresarial.

Sorpresiva porque el miércoles pasado, el presidente Chaves puso en duda la capacidad financiera de La Nación, para hacer frente al pago a la Caja Costarricense de Seguro Social y a su operadora de pensiones sobre los bonos emitidos por el Grupo Nación entre el 2013 y el 2014.

El viernes 8 de julio, el director ejecutivo de La Nación, Pedro Abreu replicó y dijo no entender la preocupación del mandatario “pues los intereses se han pagado puntualmente: ya se cancelaron dos emisiones de bonos en su totalidad, se tienen recursos para saldar la tercera y se trabaja en los de la última que vence en tres años”, además advirtió que los datos utilizados por Chaves estaban “distorsionados”.
También, aseguró, los activos que posee el GN “superan en mucho el valor de los bonos emitidos”
Y en la tarde de ese mismo 8 de julio, el golpe al hígado vino de parte del Gobierno y del ministerio de Salud que ordenó el cierre del Parque Viva, medida que fue cuestionada por el presidente de la junta directiva del GN, Carlos González, quien cuestionó “que la suspensión del permiso sanitario se emitiera tan solo dos días después de que el mandatario arremetiera contra este diario”.
El cierre
La decisión tomada por el Ministerio de Salud, indica lo siguiente: “El Ministerio de Salud, la Comisión Nacional de Emergencias, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, la Dirección de Bomberos y la Cruz Roja Costarricense, como instituciones encargadas de las concentraciones masivas, han tomado la decisión de recomendar a las autoridades sanitarias la inhabilitación de las actividades masivas en el Parque Viva. Dicha recomendación fue acogida y avalada por las autoridades locales del Ministerio de Salud bajo principio precautorio a fin de proteger la salud y seguridad de la población.

Esta decisión responde a quejas y denuncias por la problemática ocasionada por las enormes presas que generan los eventos masivos que se llevan a cabo en el Parque Viva en La Guácima de Alajuela, que afectan directamente a esta comunidad, así como a los pueblos circunvecinos.
El altísimo tránsito de vehículos que generan estos eventos, no son compatibles con necesidad y el deber constitucional de las Autoridades de proteger la vida e integridad de las personas, ya que podrían entorpecerse la atención de emergencias tales como incendios, terremotos, accidentes de tránsito, caída de estructuras, hechos criminales, emergencias de salud, que afecten tanto al pueblo, como al propio lugar de los eventos. Esto tomando en cuenta la capacidad y características de las carreteras en esta zona.
Esta decisión será reconsiderada cuando la administración de Parque Viva presente un plan remedial a los problemas ocasionados a esta comunidad”.
A gusto de sus seguidores
Lo de la confrontación gusta a muchos a los seguidores de Chaves que, según se ve y analiza en las redes sociales casi llegan a idolatrarlo y a considerarlo como el mejor presidente de la República de los últimos 40 años. Lo ven prácticamente como a un mesías.
Otros lo observan, según esas redes sociales, con más mesura, y consideran que está trabajando bien pero no llegan a extremos en sus valoraciones.
En este grupo se pueden situar sectores empresariales que califican como muy buenas algunas de las decisiones que se han tomado, como, por ejemplo, el tratar de que el país se incorpore a la Alianza del Pacífico, algo que no quisieron los dos gobiernos anteriores del partido Acción Ciudadana.

Otras medidas adoptadas por el Gobierno y que benefician al sector empresarial también son bien ponderadas por las diferentes cámaras que los reúnen.
Por otro lado, están los críticos que aseguran que el presidente quiere la confrontación y que busca con sus actuaciones populistas emular a Donald Trump o al presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien, pese a todo lo represor que se ha comportado, tiene altísimos niveles de acepción entre su pueblo.

Se debe destacar que la única encuesta hecha hasta el momento sobre la labor del gobierno de Chaves le da un espaldarazo, pues el 56% la considera positiva; esta medición elaborada al terminar el primer mes del Gobierno, fue realizada por la empresa CID-Gallup y publicada en varios medios de comunicación.
Según esa empresa, este es el resultado más positivo que ha tenido un presidente en el inicio de su gestión. CID-Gallup realiza mediciones de opinión pública desde 1978.
A finales de mayo, el Instituto de Estudios en Población (IDESPO) también publicó una encuesta, uno de cuyos hallazgos principales fue de que casi el 67% de los ciudadanos tenían altas expectativas sobre el trabajo del nuevo mandatario.
Esas valoraciones de esas dos encuestas, una de ellas proveniente de un organismo universitario, sin duda favorecen el accionar el gobernante.
Relación gobiernos -medios de comunicación
Salvo algunas excepciones, la relación entre los gobiernos y los medios de comunicación, siempre es tirante y esto ocurre no solamente en Costa Rica, sino que, en cualquier democracia como la nuestra, esto es pan nuestro de cada día. Nunca el político está conforme con lo que hacen los medios de comunicación, especialmente los críticos y los que trabajan investigaciones periodísticas.
Muchos políticos consideran que la culpa del descrédito que tienen es de los medios de comunicación. La respuesta a esta afirmación siempre es la misma: si no hubiera corrupción, no habría publicaciones con denuncias sobre actuaciones opacas, oscuras, corruptas de los políticos.

En otros periodos y para nada más relatar una parte de nuestra historia, en los últimos 70 años, la confrontación del gobierno con sectores de la sociedad fue frecuente; sin embargo, pese a que en algunos de los casos podía ser visible un odio visceral, este se quedaba en la retórica, como el caso de don Pepe Figueres, que en alguna oportunidad dijo que su peor error era no haber quemado La Nación, diario que, por cierto, lo declaró como el personaje del siglo XX.

Son muchos los casos de corrupción en este periodo y el papel de la prensa fue el de investigar algunos de esos casos; posiblemente, una mayoría de las corruptelas se quedaron sin ser conocidas.
Los casos son innumerables: Saopin, Robert Vesco, Mac Calpin, devaluación del colón que favoreció a un ministro de Agricultura, el Estado empresario y sus consecuencias, la finca La Verbena, el Fondo de Emergencias, créditos otorgados por bancos estatales, los casos Caja -Fischel, ICE- Alcatel, la trocha fronteriza, el Cementazo, Cochinilla, Diamante, son solo algunos de los casos denunciados como corrupción y que han sido ventilados por los medios de comunicación, o, por “la prensa canalla”, término que es utilizado originalmente por el ex ministro de Seguridad y ex candidato a la Presidencia, Juan Diego Castro Fernández para referirse especialmente a La Nación y que lo heredó el presidente Chaves.
En términos generales, desde don Pepe, pasando por Oduber, Carazo, Monge, Arias (dos ocasiones), Calderón Fournier, Figueres Olsen, Rodríguez Echeverría, Pacheco, Chinchilla y Luis Guillermo Solís, siempre criticaron las posiciones asumidas por la prensa sobre sus administraciones. Sin embargo, su respuesta siempre fue retórica y pese a que las posiciones muchas veces fueron irreconciliables, de ahí no se pasó.
Hoy, todo indica que el camino es distinto, pero no debe llamar a sorpresa: en campaña, Chaves dijo que iba a comprar todas las broncas y lo está haciendo. Está por verse si el recorrido escogido es el correcto y las consecuencias que tendrán para el país.
Mientras tanto, el país vive, al igual que el resto del mundo, un incremento desmesurado de los precios de los combustibles, alta inflación, una devaluación constante y por lo tanto una gran incertidumbre sobre el futuro,
La agenda legislativa, que la ordena hasta el 31 de julio el Poder Ejecutivo, no ha visto proyectos que busquen mitigar esos y otros problemas según lo denuncian los diputados de oposición. Parece que otras cosas son más importantes y cada semana tendremos, según lo anunciado por el presidente, otras sorpresas. ¿Cuáles serán? Chaves es quien tiene la palabra.
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