Claudio Alpízar, politólogo
La diputada oficialista Sra. Pilar Cisneros preguntó y se contestó: “¿Por qué vamos a recurrir a la Asamblea? Es un proceso muy engorroso”.
Mi respuesta a la diputada Cisneros:
Debemos recurrir a la Asamblea Legislativa porque estamos en una democracia, en la cual el Parlamento es una instancia clave y fundamental que representa a las diversas fuerzas opositoras y a la necesidad de consensuar. En democracia no se gobierna unidireccionalmente.
Porque Gobierno no es sinónimo de Poder Ejecutivo, como algunos lo creen y lo utilizan. Gobierno son los tres poderes de la República; el Poder Ejecutivo es solo una parte del Gobierno, no el absoluto del Gobierno.
Porque las transformaciones de gran calado, profundas, buenas o malas, se desarrollan y se promueven en la Asamblea Legislativa. O sea, requieren la aprobación de esa diversidad partidaria que representa a la diversidad ciudadana en el parlamento (nada inventado en Costa Rica, así funciona en cualquier democracia, sea esta presidencialista o parlamentaria, y desde hace siglos).
Porque la democracia es lenta comparativamente con los gobiernos autoritarios o con las dictaduras, en las cuales no se consulta, puesto que ahí las decisiones son tiránicamente verticales.
Porque en la democracia, guste o no, la horizontalidad política obliga a conversar, a parlamentar, a negociar, a consensuar y a buscar los avales y apoyos.
Porque la democracia aun siendo un mal sistema, es el mejor de todos los sistemas políticos, y -finalmente- porque la señora Cisneros, siendo diputada, debería valorar lo que eso representa, lo que significa el parlamento, y más que obviarlo debería resaltarlo y distinguirlo, no ningunearlo.
Me disculparán algunos, pues sé que lo anterior es clase de principiantes para cualquiera que pretenda ser diputado(a), pero había que decirlo.
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