Visión CR

Cien días perdidos

William Hayden, economista

Congelando en una foto la situación de nuestra economía nacional, en lo que va del año, podemos decir que es atípica y puede desencadenar en una situación caracterizada por poco crecimiento de la producción, (estancamiento), mejoras pírricas en el empleo (bajando a poquitos), alta inflación (desenfrenada), devaluación del colón (muy pronunciada), mayores tasas de interés inducidas por políticas erróneas que afecta la demanda de crédito con posibles incremento en los niveles de morosidad y que está causando distorsiones severas en el mercado de valores (bajas en los rendimientos de las inversiones, colocación de emisiones más caras, pérdidas de capital en los portafolios; que lo digan los fondos de pensiones).

A esto hay que agregar que el gobierno sigue la ruta del alto endeudamiento con un apetito insaciable por más eurobonos (es muy fácil administrar la hacienda pidiendo prestado) y pedigüeño solicitando préstamos al FMI, al BCEI.

Además, el gobierno es proclive a irrespetar la regla fiscal y cree que la cumplirá bajándole la pensión de lujo a 78 ex diputados a quienes exhibió como delincuentes en uno de los shows semanales de las conferencias de prensa. La pobreza sigue ahí y los pobres también mirando pasar el tiempo con sus estómagos llenos de hambre.

Muchas de estas situaciones están presentes y es posible que continúen en los cuatro meses que restan del año. Lo paradójico de esta situación es que tenemos como presidente de la República a un doctor en economía que logró muchos votos con su promesa de reducir el costo de vida y se muestra impotente de enfrentar estos problemas. Ya claudicó, al menos con el combate a la inflación, al decir que es poco lo que se puede hacer porque es importada. Hemos perdido cien días de gobierno.

De acuerdo al comportamiento del Índice de Precios al Consumidor que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) la inflación anual al mes de julio fue de 11.48%, la más alta desde el año 2009. En lo que va del año (siete meses) la inflación es del 8.52%, lo cual da un promedio mensual de 1.217 puntos porcentuales que anualizado (si todo sigue igual) nos indica que el año 2022 podría cerrar con una inflación anual del 14.61% que sería la mayor que se registraría desde el año 2000, ya que la tasa de inflación más alta se presentó en el año 2005 cuando fue del 14.05%. De ser así, la política de control inflacionario del BCCR sería un fracaso con su meta del 2% al 4% según su programa monetario de este año.

¿SABE QUÉ? No comemos cuentos. Esta inflación es la oficial, la de mentirillas, porque como bien lo saben las amas de casa y los pensionados que hacemos las compras en las ferias del agricultor, en las pulperías oscuras de los chinos y coreanos, en los comercios ticos del barrio, en los “prices” súper inteligentes y en los walmarts, que recorremos ilusos para comprar más barato, la inflación de la calle es cercana al 30%, y los productos son de menor calidad y cantidad, nos engañan con los que venden empaquetados donde la mitad de ellos es puro viento y algunos ya no los venden por kilos, sino por unidades (robo).

Nos horroriza ver el ejército de empleados en los anaqueles con sus sellos etiquetando al alza los precios de los productos. No tienen compasión; deberían hacerlo en horas de la madrugada. ¿Quién los controla? Están a la libre.

La inflación oficial tiene varios componentes: a) mayoritariamente es importada y las causas son la crisis del transporte marítimo y la guerra de Rusia-Ucrania que provoca principalmente el alza desmedida en los hidrocarburos, la disminución y el encarecimiento de los fertilizantes, los insumos agropecuarios y las materias primas de que se nutren nuestros sectores productivos.

b) muchos de los 289 productos de la canasta básica de cuya variación de precios se calcula mensualmente el IPC se afectan por factores estacionales propios de su producción que inciden en su oferta y demanda y en alzas o bajas de sus precios y no tienen nada que ver con la inflación importada y mucho menos con la política monetaria del Banco Central.

c) el apetito voraz de RECOPE que alimenta la hoguera de los precios altos de los combustibles.

d) el alto costo de la electricidad que aumenta los costos de producción y que se trasladan a los consumidores.

e) la liberalidad del comercio al por menor. La inflación de la calle se origina en la falta de escrúpulos del comercio, el afán desmedido de ganancias, y la falta de control del gobierno que deja hacer. ¡Porta mí!

Esto desde luego incide en el que el costo de vida, como un globo suelto, suba hacia las nubes y el poder adquisitivo de los salarios se hunda más en los huecos de la desesperanza. Se decretó con algarabía un aumento de los salarios del 1.21% anual contra una inflación del 11.48%, aritméticamente hay una erosión salarial del 10.27 puntos porcentuales.

¿Quién cubre este desfalco?

El Presidente Chaves prometió bajar el costo de la vida y los niveles de pobreza, pero que va nada está haciendo, lo intenta con el arroz pero los arroceros no lo dejan. En estos cien días de gobierno los precios son más altos y la pobreza se incrementa.

Con esta situación algunos ya no pueden comprar y menos consumir y aumentan los que tienen hambre; y los que pueden comprar, están comprando menos y de menor calidad, para estirar sus ingresos, lo cual desmejora su calidad de vida en relación a sus estándares anteriores. Son caricaturas vivientes añorando el pasado. El señor presidente está debiendo y no se puede lavar las manos diciendo que nada se puede hacer porque la inflación es importada.

Agregar comentario

Deja un comentario

Descubre más desde Visión CR

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo