- El economista aseguró que es socialdemócrata pero que hoy no pertenece a ningún partido
- Reconoce que si bien el Partido Acción Ciudadana (PAC) obtuvo el Poder Ejecutivo, no se atrevió a gobernar
- Ramos es hoy día un duro crítico de la última administración del PAC
Adriana Núñez y Eduardo Amador, periodistas Visión CR
Sereno, de voz suave y pausada, pero inquieto intelectualmente: muy socialdemócrata, Welmer Ramos González no titubeó al afirmar que las zonas francas se han constituido en “cuevas” utilizadas por empresas nacionales que hoy, instaladas ahí -como se los permite la ley- no pagan impuestos.
En una entrevista concedida a Visión-CR, Ramos, excandidato presidencial, exdiputado del partido Acción Ciudadana y ex ministro del primer gobierno de esa agrupación (2014-2018) analiza varios temas de la vida nacional, incluida la política.
Welmer Ramos González, nacido en Liberia hace 61 años, es un hombre fundamentalmente “honrado y decente”. De formación economista, posee un Master en Administración de Negocios otorgado por la Universidad Interamericana (1992) y otro en Evaluación de Programas y proyectos de Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (2004).
Trabajó como economista en el Banco Central entre 1987 y 2006. Ese mismo año ingresó a la Asamblea Legislativa como asesor parlamentario, función que ejerció hasta el 2014, cuando asumió como ministro del gobierno presidido por Luis Guillermo Solís, la cartera de Economía, Industria y Comercio y la Presidencia del Consejo rector del Sistema de Banca para el Desarrollo. Posteriormente fue electo diputado del PAC entre 2018 y 2022 y en 2021 ganó la convención de la agrupación para constituirse en su candidato durante la reciente campaña electoral, en la que participó con poca suerte pues su partido ni siquiera pudo elegir un diputado.

Evasión de impuestos
Ramos asegura que la inversión extranjera que está llegando al país para establecerse en las zonas francas es muy poca y más bien, son empresarios nacionales los que están trasladando su operación a ese régimen aprovechando de esa manera la opción para no pagar impuestos.
“Ahí no está llegando inversión extranjera, lo que se está metiendo son empresas que estaban ya en la economía nacional y a las que se les abrió el portillo para operar desde allí y así no pagar impuestos; esto lo denuncié como diputado y lo he peleado una y otra vez”, advirtió el excandidato presidencial.
Agregó que si esa inversión se hiciera para crear empleos, estaría de acuerdo, pero que lo que está sucediendo “es todo lo contrario; las zonas francas se han convertido en una cueva donde se van a meter empresas nacionales para no pagar impuestos”.
Don Welmer dijo que podía asegurar que de cada diez empresas que se establecen en ese régimen, nueve son nacionales y que lo que buscan es evadir el pago de tributos. “Son empresas que no generan empleo”
Según el excandidato presidencial, dichas empresas administran absolutamente todo desde las zonas francas y desde ahí se lo venden carísimo “a empresitas que tienen aquí”; además, las grandes ganancias “las operan desde las zonas francas por lo que no pagan impuestos”.
Aseguró que un banco establecido en el país utiliza ese recurso. “Desde la zona franca hacen todos los gastos de administración, de publicidad y en general todo se lo vende carísimo al banco que opera en el país; así sus costos son bien altos y lo que paga de impuestos, muy bajo.”
Ramos advirtió que eso es una vergüenza y culpó a los partidos políticos por fortalecer ese sistema que busca la centroamericanización de nuestro país.
“Di la pelea contra la ley de Zonas Francas y se logró frenar esa iniciativa para no hacer más injusto el sistema tributario costarricense donde hay renta global para personas físicas, pero no para las jurídicas”, relató.
Adicionalmente fue enfático al decir que la gestión tributaria de nuestro país es “desastrosa” y que cada vez se ponen más impuestos para caerle encima a las PYMES y a la clase media.
El poder político perdió el equilibrio
“Estoy en la política porque tengo afinidad con el desarrollo socioeconómico de Costa Rica” nos dice, para aclarar los motivos que lo han movido a ocupar puestos de servicio público desde los cuales ha intentado promover posiciones e iniciativas tendientes a fortalecer un estado justo, equitativo y solidario “donde el crecimiento de la población y su calidad de vida se antepongan a cualquier otro interés”. Pero ello le ha traído algunos enfrentamientos incluso a lo interno del partido en el cual militó hasta hace algunos meses.
Al economista Welmer Ramos, quien fue exministro y exdiputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) le preocupa que algunas propuestas del presidente Chaves sean apoyadas sin que medie una reflexión profunda al respecto.
“El modelo solidario, humanista, que le permitió a Costa Rica convertirse en un país equilibrado mantuvo siempre esos balances, pero ya se perdieron pues el poder económico tomó demasiada fuerza en las últimas décadas. Hay que señalar claramente que, como consecuencia, la división social es ahora tan grande, que el grupo económico más alto ya se separó del resto de la población: tienen sus propios seguros, escuelas, atención médica, barrios, etc.”

“En nuestra nación, muchos disimulan poniéndose la camiseta de un partido y cumplen únicamente con los intereses de la agrupación, cuando en realidad, sobre todo si se llega a la Asamblea Legislativa, lo que se debe defender son los intereses del país” afirma Ramos, quien indica que contrariamente a estos objetivos, lo “paradójico es que los que ponen a los diputados y los que mueven a los grandes medios de comunicación, son en realidad los intereses económicos”
Considera que por ello -entre otras razones- el PAC después de dos administraciones consecutivas “no ha gobernado; simplemente ha tenido el poder ejecutivo. Quizás se hubiese atrevido a hacerlo mejor con más diputados, consecuentes con la misión de representar los intereses del pueblo de Costa Rica”
Según Ramos, se ha perdido el equilibrio al ejercer el poder político. “Por ejemplo, si uno le da el poder a la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) ¿que sería bueno para ellos? Seguramente jornadas de 12 horas, sin vacaciones, sin aguinaldo, etc. Por otra parte, si se les da el poder a los sindicatos, posiblemente quiebren los negocios. Entonces, ¿que se necesita al administrar una nación? Pues lógicamente un sano balance a la hora de gobernar.
“El modelo solidario, humanista, que le permitió a Costa Rica convertirse en un país equilibrado mantuvo siempre esos balances, pero ya se perdieron pues el poder económico tomó demasiada fuerza en las últimas décadas. Hay que señalar claramente que, como consecuencia, la división social es ahora tan grande, que el grupo económico más alto ya se separó del resto de la población: tienen sus propios seguros, escuelas, atención médica, barrios, etc.”
“Eso no era normal en la Costa Rica donde prácticamente todos teníamos acceso a lo mismo. Hoy en día la brecha es enorme, bárbara, grosera”.
Nueva moda ideológica quiere acabar con el Estado
Según Welmer Ramos, que hoy tengamos tanta pobreza, desempleo, poco crecimiento, no es culpa de la economía sino de las decisiones que se han implementado en el país a través de una clase política que abandonó los principios de justicia y equidad.
“Se puso de moda una nueva ideología que acomodó las ciencias económicas a su servicio y que dijo que hay que acabar con el Estado porque es malo; que hay que vender todo lo público porque no sirve. Un claro ejemplo de ello fue la posición de figuras como la de Eduardo Lizano, quien desde el Banco Central sentenció que la tasa de interés de los préstamos, tenía que ser proporcional al riesgo; según su premisa, pequeños negocios implican más riesgo mientras los grandes empresarios representan menores riesgos. Fue así como se revirtió la lógica de la solidaridad y del impulso al desarrollo de los medianos y pequeños productores”.

Otros factores que han promovido el empobrecimiento han sido según el economista, “los tratados de libre comercio que han favorecido la competencia desleal en contra de los productores nacionales.”
Costa Rica había logrado brillar con su modelo de crecimiento social y económico, pero “dejamos lo que teníamos, para importar modelos que traen pobreza. Además, hay gente colocada en puestos clave para que se paren en la escoba y no se pueda barrer”
La desesperanza es abrumadora
De acuerdo con el economista y político, Welmer Ramos, una enorme cantidad de costarricenses “están en la desesperanza. En ese escenario, llega alguien que les ofrece castillos en el cielo y atrae a esas personas. No obstante, creo que la gente que ahora está confundida, en algún momento -no muy lejano- se dará cuenta de lo que ha sucedido”.
“Me preocupa, sin embargo, que antes de que eso ocurra, algunas propuestas del presidente Rodrigo Chaves sean apoyadas sin que medie una reflexión profunda al respecto” declaró.
“En estos días, quien disienta es un inadaptado, porque las fracciones legislativas se comportan muchas veces como un rebaño”.
“No obstante, cuando uno oye a un populista diciendo falsedades, es posible que en algún momento se abra un espacio para que la gente vislumbre lo que realmente está pasando, sobre todo aquellos que se han educado un poco más, lo cual les permite un pensamiento más crítico y justo” acotó Ramos.
“La educación es muy importante aunque lamentablemente, nos damos cuenta de que en nuestro país, de cada 100 niños solo 50 alcanzan el bachillerato. Hemos depreciado la educación tanto que quizás por ello vemos que una parte de nuestra sociedad se está volviendo muy fácil de manipular” señaló.
La frágil situación del agro costarricense
Para finalizar, Welmer Ramos hizo hincapié en la crítica situación de los productores agrícolas, señalando que “con la Alianza del Pacífico los vamos a quebrar a todos”.
“No veo cómo a sabiendas de los problemas que han generado el cambio climático, la amenaza de una hambruna que afectará al mundo entero y el encarecimiento de los insumos agrícolas, no se da apoyo al sector nacional para que se vuelva más competitivo y se proteja su actividad con seguros agropecuarios y una formación más justa de precios” subrayó.
“Debido a la competencia desleal, los grandes importadores traen productos baratos para poner precios ruinosos por debajo del precio de producción local. Lamentablemente no tenemos defensa comercial ni siquiera en las fronteras” afirmó.
“Considero que se deben tomar medidas inmediatamente porque ya hay mucha gente del campo, pequeños productores agrícolas, engrosando las líneas de pobreza. Soluciones hay. Por ejemplo, las compras del Estado para comedores escolares, colegios, etc. deben realizarse con productores nacionales; por otra parte, los créditos deben otorgarse con tasas justas. Ahora solo les dan créditos personales y a tasas muy altas”.
Otra de las soluciones, según el economista, es promover la apertura de centros de valor agregado, donde los productos nacionales no se vendan en bruto sino que se le brinde oportunidad a los agricultores de procesarlos como lo hacen en naciones con modelos de desarrollo social como Suiza, “que quizás no produce papaya pero tiene laboratorios para producir papaína, una enzima que se extrae de esa fruta y que es muy útil para tratar patologías digestivas como la gastritis”.

Según el economista Welmer Ramos el país debe promover la apertura de centros de valor agregado, donde los productos nacionales no se vendan en bruto sino que se le brinde oportunidad a los agricultores de procesarlos como hacen por ejemplo en Suiza, donde extraen papaína para fabricar medicamentos que se emplean en el tratamiento de patologías digestivas.
“Es urgente una ofensiva comercial enfocada no en firmar tratados para que nos ingresen productos extranjeros sino en abrirle nuevos nichos a la producción nacional y que no tenga las trabas injustas que tiene ahora, pues Costa Rica no exige reciprocidad en los tratos. Un producto nacional puede estar hasta dos años esperando que lo inscriban en naciones como México, mientras que los que vienen de allá, tardan pocos días en inscribirse aquí”.
“El colmo es que incluso la diplomacia económica, entre la que se incluye la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER) tiene a funcionarios extranjeros representando a nuestro país”
“El estado costarricense tiene que gestionar. Pero lamentablemente, a través del gobierno, nos está diciendo que todo lo dejemos al mercado”
Raíz socialdemócrata
El excandidato presidencial se reconoce a sí mismo como socialdemócrata y recordó que sus inicios en la política los hizo en los años 80 y 90 donde fue militante de la Juventud Liberacionista.
Afirmó que a mediados de los 80 el rumbo de Liberación Nacional comenzó a torcerse, pues antes de ese periodo ahí convivía gente con diversidad de criterio pero que al final siempre encontraba el balance.
En ese sentido mencionó nombres cercanos a la actividad sindical como Luis Alberto Monge y Danilo Jiménez Veiga y señaló que por ejemplo, en el sector empresarial, estaban figuras como la de Jorge Rossi. “Lo bueno era que siempre se ponían de acuerdo. Hoy, Dios guarde decir que un sindicalista los está apoyando”, comentó Ramos.
Considera que en ese partido (PLN) hubo más adelante un viraje y el poder económico se apoderó de la agrupación: luego lo mismo le pasó a Acción Ciudadana pues su último gobierno lo que hizo fue amoldarse a la corriente hegemónica tradicional, y le entregó todo al poder económico “representado por Edna Camacho, Rodolfo Piza, Rocío Aguilar, Dyalá Jiménez y otros” acotó.
“Yo les dije que así no se administraba el país” advirtió Ramos quien agregó que si el PAC hubiera podido contar con más diputados en los dos periodos en que gobernó (2014-2018 y 2018-2022) posiblemente la situación hubiera sido distinta.
Agregar comentario