Visión CR

¿Tiene el PLN el alma muerta?

Fernando Fernández y Eduardo Amador, Visión CR. (II)

Para el exsecretario general del partido Liberación Nacional, Fernando Zamora, la agrupación política es en la actualidad “un partido con el alma muerta”.

Para el analista político y exprecandidato del PLN, Claudio Alpízar, quien anunció a finales del mes de octubre pasado su alejamiento del partido junto a Zamora, censurando y desacreditando de esta forma el llamado Pacto Arias-Figueres, el PLN se encuentra en cuidados intensivos y se mantendrá en esa condición por un buen tiempo. Y que, por consiguiente,  no podrá aspirar al Poder Ejecutivo hasta que cambie internamente y recobre su línea de pensamiento.

Así lo comentaron Fernando Zamora y Claudio Alpízar hace unos días en entrevista concedida a Visión CR, subrayando los motivos de su salida del partido Liberación Nacional y advirtiendo que, posiblemente, en un futuro no muy lejano podrían dar a conocer alcances de un nuevo proyecto político “que parte importante del electorado nacional espera”.

Hoy les ofrecemos la segunda parte de la entrevista que le realizaron los periodistas Fernando Fernández y Eduardo Amador, recientemente, conversación en la que ambos hablan de su futuro político y de la realidad socio-política del momento.

P.- Claudio, desde su perspectiva como analista político y exmilitante del PLN, ¿cómo ve el futuro próximo de esta agrupación política. Desaparecerá del panorama político-electoral costarricense?

C.A.- El Partido Liberación Nacional va a padecer lo mismo que está padeciendo la Unidad Social Cristiana. Hace muchos años –recuerdo que lo afirmé en la revista Poder al periodista Ricardo Lizano- cuando decían que Liberación Nacional era un partido muerto, yo decía que no.

Yo comentaba en esa ocasión que la Unidad Social Cristiana no era un partido que se encontraba en cuidados paliativos, sino que era un partido en cuidados intensivos; o sea, que todavía estaba vivo y que iba a seguir latiendo políticamente, pero que tenía que cuidarse mucho. Y ese el mismo caso de Liberación Nacional.

En el futuro, Alpízar y Zamora podrían anunciar un nuevo proyecto político con el sello «socialdemócrata».

P.- Pero tendiente a desaparecer del espectro político nacional…

C.A.- Liberación Nacional no está en cuidados paliativos; ni siquiera el Partido de Acción Ciudadana -que no sacó ni un solo diputado en esta última elección- va a desaparecer. Pero se vuelven una especie de zombies que se mantienen en la Asamblea Legislativa pero les cuesta mucho llegar al Poder Ejecutivo porque no hay un verdadero cambio ni hay una verdadera línea de pensamiento.

Liberación Nacional es un partido que proponía un proyecto de desarrollo al país, y que nació del pensamiento de figuras como Rodrigo Facio, Roberto Brenes Mesén, Carlos Monge Alfaro y Daniel Oduber, personas que pertenecían al Centro de Estudios de los Problemas Nacionales.

Primero fueron ellos, los pensadores, y posteriormente nació Liberación Nacional, en 1958. O sea, ellos aplicaron aquella frase de Descartes de que primero pienso luego existo y hoy en día se le ha dado vuelta a esa frase; hoy Liberación primero existe y si gana entonces piensa.

Piensa si llega la Asamblea Legislativa, pero antes de eso es existir sobre la base del poder y eso es un simple vehículo de poder que a mí ahora no me gusta. Yo no estoy en política como una obsesión. Yo puedo irme mañana sin haber sido ministro, diputado o presidente.

F.Z. A Claudio y a mí nos sucede lo mismo: nunca, nunca hemos vivido de la política…

C.A.-Yo tengo una pasión por la política y sigo creyendo que es una disciplina fundamental para ponernos de acuerdo, y sobre todo en democracia. Y quienes se fueron del partido en el pasado sabrán porque se habrán ido, pero yo entré al mundo de la política con aspiraciones sanas -bien intencionadas- y por supuesto buscando la calidad en el ejercicio de esa disciplina.

P.- ¿El futuro del PLN desde la perspectiva de Fernando Zamora?

F.Z.- Coincido plenamente con Claudio. Hay una frase de un poema de Rubén Darío que decía “muertos no son aquellos que yacen en la tumba fría; muertos son aquellos que tienen muerta el alma y caminan todavía”.

Para Zamora y Alpízar el PLN es un partido con el alma muerta.

Ese poema se aplica a Liberación Nacional, que se convirtió en una organización a la que se le murió el alma, al igual que la Unidad. Y a la Unidad se le murió el alma a tal extremo que propusieron en la última asamblea cambiarle el nombre a su filosofía política.

Entiendo que llegó un presidente que ha mostrado abiertamente una ideología liberal clara en todos sus escritos; es más, de hecho es exfuncionario del Cato Institut, que es una organización absolutamente liberal.

Juan Carlos Hidalgo, nuevo presidente del Comité Ejecutivo de la Unisad.

Entonces, obviamente lo primero que hace el nuevo presidente, de CATO  Institut, es preguntarse : ¿por qué nosotros seguimos llamándonos social cristianos?

A mí eso no me gusta. Y por eso creo que la Unidad  tiene también muerta el alma. Ya es un partido que perdió su esencia porque si la Unidad no es social cristiana, ¿entonces qué es?

C.A.- Sigo pensando –Eduardo y Fernando- que ni Liberación ni la Unidad van a resurgir desde la Asamblea Legislativa. En eso se parecen mucho, pero tienen que resurgir desde el Poder Ejecutivo porque ahí es donde van a mostrar realmente el compromiso con los sectores que les apoyaron en algún momento.

Liberación Nacional está urgido, de igual manera que le pasa a la unidad de gobiernos muy arraigados a ese pensamiento que le dio origen y que en la práctica se evidencie con políticas sociales que vengan a beneficiar a los costarricenses.

El gran rechazo que ha habido sobre la clase política es un rechazo sustentado en una rabia sobre la clase política tradicional; y eso es lo que hace a Rodrigo Chávez ganar y que hoy le mantiene todavía con popularidad, donde él explota abiertamente temas de corrupción temas de rechazo a lo tradicional de no apoyar a políticos tradicionales y sus aspiraciones a nivel internacional, y con eso con eso tiene contento a la gente a pesar de que la situación económica y social, no mejora en el país.

Para ambos políticos, el PLN lleva un rumbo hacia lo desconocido.

Entonces yo creo que Liberación va por ese rumbo por un rumbo: el de caminar hacia lo desconocido, porque no hay un interés de plantear proyectos políticos que realmente le permitan llegar a gobernar.

P-. ¿Y cuál es el camino que ustedes dos proponen desde el punto de vista político general?

F.Z.- Hay un refrán que dice que uno cruza los puentes hasta el momento en que llega al río. Uno no piensa en el puente si no ha llegado al río. En el momento en que llego al río, ese es el momento de empezar a construir el puente.

Entonces vamos, digamos que por etapas; en este momento nosotros estamos en la etapa de definir nuestra relación con un partido en el que militamos muchos años.

El año entrante cumpliría 40 años de militancia, pues yo me integré al PLN en 1983 a la Juventud Liberacionista.

Pues sí, hay un luto que guardar. Porque tenemos muchos amigos -como le digo- de 40 años. Por eso hablar de una nueva cuando se acaba de divorciar de la antigua pareja, habría que ser muy cínico para divorciarte hoy y mañana estar viendo que qué se hace con una nueva

Obviamente no es algo que vamos a descartar, que tengamos que descartar necesariamente, pues es una posibilidad de plantear un nuevo proyecto con una con una definición clara, ideológicamente hablando, para que no suceda como en el PLN, que la mitad del partido pensaba en una cosa y la otra mitad en lo que la contraria, una incoherencia supina.

P-. ¿No se descarta entonces la irrupción de un nuevo partido eventualmente apoyado por ambos?

F.Z.- Si Claudio y yo definiéramos juntos desarrollar algún proyecto, estoy seguro que de primero nos sentamos a ponernos de acuerdo, para que el proyecto llegara a coincidir ideológicamente.

 desde este norte la posibilidad de que ustedes dos hicieran algo juntos, pero en el caso de Claudio tiene una historia de tres años de un movimiento integrado por 500 personas

C.A.- La decisión de de hacerme a un lado la comuniqué a los miembros del movimiento en una reciente reunión,  y  vieron con muy buenos ojos que el mensaje lo hubiéramos dado en forma conjunta y que Fernando y yo hubiésemos coincidido al ofrecer el anuncio de nuestra salida del PLN.

Me gustó mucho eso que dice Fernando. Ahora estamos en una situación de luto de análisis; no fue una decisión fácil yo la venía madurando desde que terminó la segunda ronda electoral, porque sentí que ya en ese momento mi compromiso con Liberación había terminado.

Había cumplido como precandidato en primera y en segunda ronda con creces y sentí que ya podía tomar una decisión. Inclusive estuve a punto de tomarla hace algunos meses, pero Dios no quiso que fuera en ese momento, en el que apareció Laura Chinchilla renunciando y yo no quería que se me relacionara con la expresidenta.

Los tiempos vendrán en que hay que tomar decisiones. Por ahora, en el caso de Claudio Alpízar, zapatero tus zapatos; analista político crítico del gobierno, de la bandera que este sea.

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  • Como me decía un amigo mío: El PLN es un cadaver muerto. Ahora su máxima aspiración es ganar municipalidades. Al municipalizarse, perdió vocación de poder. Los dos dueños (Figueres-Arias, y el medio dueño Álvarez) se conforman con las joyas de la abuela, pues hay que guardarlas para el recuerdo.

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