Federico Paredes, Visión CR.-
Por mucho tiempo se divulgó esta afirmación en la dinámica ambiental, como para crear una especie de justicia, aplicable a personas o empresas que, con sus actividades ponen en riesgo al medio ambiente.
La Unión Europea junto con el Parlamento Europeo, aprobaron recientemente una especie de mecanismo de ajuste de carbono en frontera, para lograr reducir en un 55% sus emisiones de GEI, hacia finales de la presente década. Este mecanismo aplica los mismos criterios ambientales de la Unión Europea, en los que los industriales (literalmente) compran sus derechos para poder contaminar.

Esta iniciativa afectará las importaciones de sectores muy contaminantes como las industrias del acero, el aluminio, el cemento, los fertilizantes, la electricidad y el hidrógeno.
Al poner esta situación en un plano práctico, el importador deberá de declarar las emisiones que se producen en la industrialización de esos bienes o productos, y de superar éstas los estándares europeos, deberá comprar un certificado de emisión a los precios que la Unión Europea tenga definidos para el CO2.
Esta disposición entrará en vigencia en octubre del año en curso (2023). A medida que el proceso avance, la Unión Europea irá suprimiendo progresivamente las cuotas de emisión gratuitas otorgadas hasta el presente, a los industriales europeos, con miras a hacerle frente a la competencia proveniente del exterior.
En este escenario hay dos tendencias, una propuesta por los eurodiputados, quienes piden eliminar las cuotas hacia el 2027 y eliminar totalmente este sistema en el 2032 y la otra, proveniente de los Estados -miembro de la Unión Europea, que proponen un abandono gradual de este sistema, entre 2026 y 2035.
El título que da origen a este comentario se ha entendido de la siguiente manera.
Una empresa que cause daños ambientales, es responsable de los mismos y consecuentemente debe de tomar las medidas del caso para reparar o enmendar estos daños, con sus costos relacionados. Vale decir que estos daños se categorizan en tres tipos: los daños físicos, las afectaciones químicas y los desastres ecológicos.

Algunos autores compactan estos daños a dos categorías: a- Por actividad productiva o industrial, tales como energética, minera, química, celulósica, cárnica/ embutidos. Y b- Por la afectación a especies de vida silvestre o a ciertos hábitats protegidos.
Veamos algunos ejemplos. La industria energética es dañina cuando desea desarrollar un proyecto hidroeléctrico, por ejemplo, y no toma en consideración ecosistemas frágiles o asentamientos indígenas que serán susceptibles de inundación para los embalses. En este mismo rubro, el desarrollo de la energía geotérmica en un parque nacional (como ha ocurrido con el Proyecto Geotérmico de Miravalles), puede ser motivo de gran controversia, en la medida en que se hace dentro de un área protegida.
El caso de la minería es uno de los más extremos. En países como Chile, Bolivia o Colombia la minería juega un papel fundamental en el rubro de las exportaciones y su contribución al PIB. Pero en Costa Rica ¿Cómo no tener en mente el caso de Crucitas y la empresa canadiense Infinito Mining? Ya tenemos más de una década de tener este asunto en laagenda nacional y ningún Gobierno ha podido controlar la extracción ilegal del oro y el ingreso clandestino del mercurio desde Nicaragua. Claro ejemplo del ecocidio en esa zona.

Tenemos ejemplos de vieja data. En la primera década de los 2000, la empresa Dos Pinos fue acusada de contaminar una quebrada cercana a la Zona Industrial de El Coyol en Alajuela, por lanzar sin ningún tipo de tratamiento, derivados lácteos a ese cuerpo de agua y convertirlo en una corriente blanca y de malos olores. Unos años más tarde, la empresa Químicos Holanda, sufrió una gran explosión en una de sus plantas en Moín, Limón. Gases y derrames de sustancias tóxicas fueron motivo de gran preocupación en aquel entonces.
Las regulaciones que desea imponer la Unión Europea únicamente tienen dos excepciones a la regla: Cuando haya conflictos armados (como el de Ucrania-Rusia en este momento), o cuando se den desastres naturales (como el caso de huracanes, incendios forestales de gran magnitudo terremotos, como el recientemente ocurrido en Turquía).
Los países más contaminantes del mundo en este momento son, en orden de magnitud de mayor a menor: China, EUA, India,Rusia, Japón y empatados: Alemania e Irán. Tendrán que ver cómo diseñan macro planes de descontaminación para ir bajando la cantidad de CO2 que producen y que tanto daño le inflingen al Planeta. No es una tarea fácil.
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