¿Le importan las selecciones menores a la Federación?

Erwin Wino Knohr,

periodista y entrenador deportivo

La pregunta va y vuelve, se repite: las preguntas que importan siempre se repiten. Le importan las selecciones menores a la Federación Costarricense de Futbol? Replanteemos la pregunta: tiene la FEDEFUTBOL la autoridad sobre las selecciones menores? Usted qué piensa?
Es normal entender autoridad como el que tiene el poder, el que puede obligarte a hacer lo que quiere. Puede ser una persona o un cuerpo colegiado.

Esta palabra, autoridad, viene de un verbo latino, “augere”, y significa aumentar, mejorar, hacer que las cosas progresen, y para progresar alguien debe hacerlo. O sea: el que hace o los que hacen que algo avance, el problema es que a veces en vez de mejorarlo lo empeoran.

Lanzo otra pregunta: ¿De qué le sirven las selecciones menores a la Federación? Son selecciones que gastan mucho dinero, es decir no le producen patrocinios, ingresos por taquillas, ni por otros rubros a la Federación.

Ahhh, pero les brinda prestigio a los federativos, que la publicitan mediante reuniones fuera del país con jerarcas del futbol mundial, y en viajes como delegados supervisando los partidos y torneos. El ser miembro de alguna comisión y en un rol establecido programado según cada competencia, es suficiente para acompañar las delegaciones, pero la parte deportiva parece no es importante y los reiterados fracasos no pasan del análisis exhaustivo.

Asistir a un mundial en divisiones menores le da solo prestigio a la Federación y sus integrantes, aunque en lo deportivo no le brinda ningún beneficio. Entonces: a quién benefician las selecciones menores? Respondo lacónicamente: a los equipos de primera división, a los pertenecientes a la UNAFUT y aclaro que no a todos los equipos y son ellos los que tienen la autoridad sobre estas selecciones.

Cuando vemos la integración de las selecciones Sub-15, sub-17 o Sub-20, los jugadores pertenecen a los equipos de UNAFUT, Saprissa , Herediano, Alajuelense, alguno de Santos o San Carlos y se cuelan muy pocos de otros equipos. De LIASCE y LINAFA no aparecen, aunque estas ligas tienen campeonatos en esas categorías.

Ser integrante de una selección menor es una vitrina para vender un jugador, aun sin asistir a los mundiales. Los visores cuando saben que jugará una selección en una eliminatoria o en partidos amistosos llegan para ver posibles figuras. Además en el currículum del jugador, cuando tratan de venderlo, aparece como integrante de una selección.

Entonces, qué beneficio deportivo directo tiene la Federación con una selección menor? Nada o casi nada. Se asegura que de esa manera cumplen el proceso hacia una Selección Mayor: ¿Cuántos de estos jugadores menores seleccionados llegan a la mayor? Se pueden contar con los dedos de una mano, el resto desaparecen por magia o porque no tenían calidad.

La Federación tiene en su organigrama interno un numeroso grupo para atender estas selecciones, desde directores, cuerpos técnicos hasta administrativos, y cada vez que hay un fracaso son removidos de sus cargos, pero no tiene la autoridad sobre ellas.

El negocio y esfuerzo de la FEDEFUTBOL siempre ha sido la Selección Mayor, porque produce prestigio, millones en patrocinios, taquillas y premios del cual se deja una buena parte por clasificar al mundial.

Si estas selecciones menores solo benefician a los equipos que pertenecen a la UNAFUT, y además tiene la autoridad en la conformación de los seleccionados, por qué no darle esa responsabilidad a esa liga que pertenece a la Federación? Quizás sea una forma para levantar el nivel de nuestro futbol. Actualmente solo jugadores con un trampolín que le brinde un dirigente, gerente deportivo, agente o por ser hijo de algún exjugador, tienen el pedigrí necesario para ser llamado a una selección.

Por la falta de triunfos desconfiamos siempre de esas selecciones , con razón desconfiamos, y esa desconfianza nos deja desnudos y desamparados, porque nunca se saben los resultados de los análisis exhaustivos, que son un misterio, después de cada fracaso. El veredicto siempre es una de las diez estrategias de manipulación publicadas por Sylvain Timsit: “El futuro será mejor”.